Cinco testigos acusan a Penalva y Subirán de presiones y manipular sus declaraciones

Dos testimonios sostienen que juez y fiscal les ofrecieron beneficios si declaraban contra Gijón y Rodríguez

Penalva, Subirán y uno de los policías acusados. | ENRIQUE CALVO

Penalva, Subirán y uno de los policías acusados. | ENRIQUE CALVO / marcos ollés. palma

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Cinco testigos acusaron este martes al exjuez Manuel Penalva y el exfiscal Miguel Ángel Subirán de presionarles para que declarasen contra Álvaro Gijón y José María Rodríguez y de manipular sus declaraciones judiciales en el caso Cursach. Uno de ellos, el entonces ingeniero de Cort Pedro Torres, contó que aceptó firmar una declaración en la que constaban graves acusaciones «dictadas» por Subirán contra Rodríguez -al que pidió perdón- porque llevaba más de dos meses en prisión preventiva y el fiscal le había prometido que quedaría en libertad.

Torres fue especialmente contundente en sus acusaciones contra Penalva y Subirán. Explicó que al ser excarcelado en 2016 para ser interrogado, Subirán ofreció a su abogado su salida de prisión «si declaraba sobre Rodríguez». El testigo contó que esa misma tarde prestó declaración en una causa secreta. «Estaba desestabilizado», dijo para justificar que firmara una declaración en la que constan maniobras delictivas de Rodríguez. «Acepté el relato alterado y magnificado con un contenido que ni dije, ni sabía. Era un injerto de elementos alterados por Subirán. Firmé para salir de prisión», señaló Torres, que desgranó también las «filtraciones» a la prensa de la investigación contra él y las consecuencias psicológicas que ha tenido su implicación.

También el ex comisario de la Policía Local de Palma Rafael Estarellas -que fue imputado en varias causas y está pendiente de juicio por el caso Exámenes- aseguró que Penalva le presionó. «Me dijo que si declaraba contra Gijón y Rodríguez me sobreseería la causa. Yo dije que no sabía nada de ellos ni iba a mentir», afirmó. Estarellas apuntó a que los tres procesos judiciales que se abrieron después contra él fueron una venganza por no haber accedido.

Por su parte, el propietario de un club de alterne aseguró que fue detenido por el grupo de Blanqueo y que acabó firmando una declaración en la que acusaba a Pedro Torres y varios policías locales de acudir a un prostíbulo para recibir servicios sexuales gratuitos porque en el juzgado le «forzaron». «Sentía una presión muy fuerte. Estoy seguro de que no dije eso», afirmó sin concretar por qué aceptó esa supuesta manipulación.

Una funcionaria de Cort sostuvo que su declaración como testigo en el marco del caso ORA estuvo «condicionada» por los investigadores y que no se plasmaron algunas de las explicaciones que ofreció.

Además, una agente de la Policía Local de Palma contó que fue detenida y estuvo 17 presa por una causa que acabó archivada, por lo que ha precisado tratamiento psicológico y psiquiátrico.

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