Selectividad en Baleares: las PBAU se mantienen este curso y el cambio de formato se pospone a 2025

El Gobierno aparca la reforma de la Selectividad hasta 2025. Las pruebas PBAU se mantendrán iguales este curso, en vistas de que el Ejecutivo central no puede ejecutar una medida de este calado estando en funciones.

El presidente de la Asociación de Directores de Educación Secundaria de Mallorca (Adesma), Joan Ramon Xamena, ha celebrado que el curso comience con las reglas del juego claras, puesto que existía cierto temor entre profesores y alumnos a unos días de iniciar las clases de Bachillerato sin saber qué criterio había que seguir.

Igualmente, introducir un cambio estructural del examen a poco más de una semana de regresar a las aulas podría haber generado incertidumbre e incluso perjudicar a los estudiantes por la premura de los plazos, comentan desde la entidad. Había, en general, una inquietud entre la comunidad educativa por los posibles cambios que, de haberse llevado a cabo, se tendrían que haber improvisado sobre la marcha.

El último curso de Bachillerato está completamente enfocado en superar la Selectividad, por lo que había dudas sobre cómo orientar las clases y qué priorizar sin tener claro cómo será el examen.

Sin embargo, finalmente los estudiantes que en unos días empiezan segundo de Bachillerato se examinarán con una prueba similar a la última. En cualquier caso, las clases sí tendrán que seguir el currículo implantado por la nueva ley educativa, la Lomloe.

Por tanto, aunque la estructura y la puntuación de la prueba sea la misma, el examen deberá ser recoger las modificaciones de los currículos educativos.

En este sentido, desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) de Mallorca lamentan la «improvisación política» que «al final, siempre pagan los alumnos» y que en este caso ha llevado a mantener el modelo antiguo de examen con los currículos de la nueva ley.

Aunque también celebran que el anuncio haya llegado antes de empezar las clases, las familias lamentan que «las reformas educativas dependan de la actualidad política», lo que resulta en que «son los profesores los que acaban dando sentido a esta improvisación», señala la presidenta de FAPA, Cristina Conti. «Lo ideal sería despartidizar la educación para desvincularla de los periodos legislativos que marean a alumnos y docentes», añade.

El aplazamiento se debe a que la aprobación de un decreto excedería las competencias de un Gobierno en funciones. El Ministerio de Educación decidió paralizar la tramitación de esta norma antes de los comicios generales, puesto que lo más lógico es que sea el nuevo Gobierno quien se encargue de sacar adelante la reforma.