Arranca la Selectividad para 4.733 alumnos en Baleares: "Hago el examen en el idioma en el que he estudiado la asignatura, así de sencillo"

Los estudiantes de 2° de Bachillerato se enfrentan hoy a los exámenes de Historia del Arte, Química, Historia de España, Catalán, Francés y Geografía

La principal novedad es que los enunciados se han repartido por primera vez en catalán y castellano

Selectividad Baleares 2023 | Así ha arrancado la primera jornada de las PBAU para 4.733 alumnos en Baleares

Bernardo Arzayus

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

Primera jornada de exámenes de Selectividad en Baleares. Estos tres días, un total de 4.733 alumnos realizan pruebas decisivas que determinarán su futuro más próximo. Algunos van a por nota para entrar a la carrera que quieren, y a otros les basta con aprobar. Pero todos tienen los nervios a flor de piel.

Centenares de estudiantes se han concentrado esta mañana en el edificio Gaspar Melchor Jovellanos de la UIB, uno de los cinco puntos de examen en Mallorca, a las 8:30 horas. "Si has aprobado Bachillerato, Selectividad es un paseo", se escuchaba por los pasillos poco antes de empezar.

Media hora después, a las nueve, los profesores daban el pistoletazo de salida para el primer examen: Historia del Arte y Química, dos asignaturas de la fase específica. Los alumnos que se han presentado lo han hecho de forma voluntaria para subir nota. En Historia del Arte ha caído la arquitectura griega y la pintura del Renacimiento en Italia en la opción A, y la pintura gótica y Goya en la opción B. Mientras que en las aulas contiguas, los alumnos resolvían ejercicios sobre reacciones químicas, moléculas y compuestos.

El primer examen de la fase general, y que por tanto ha concentrado a un gran número de alumnos (al ser obligatorio estaban convocados los 4.733 candidatos), ha sido Historia de España, a su vez una de las pruebas más temidas, a las 11:15 horas. Este año han caído temas como la Constitución española del 1876, la Segunda República, la guerra de Sucesión y los decretos de Nueva Planta o la industrialización española del siglo XIX, en una de las asignaturas que concentran más volumen de temario.

A las 15:15 horas han hecho el de Lengua Catalana y Literatura II, que para muchos estudiantes también representa una de los exámenes más difíciles: "Siempre la lío con las faltas de ortografía", confiesa Tomás García, alumno del IES Guillem Sagrera. "Aunque el contenido es relativamente sencillo y está bien estructurado", añade.

La polémica: exámenes en catalán y en castellano

Precisamente la cuestión lingüística ha sido la principal novedad de las pruebas PBAU este año. Por primera vez desde que se realiza la Selectividad, la UIB ha dado a elegir a los alumnos dos versiones del mismo examen: una en catalán y otra en castellano, una decisión que ha encendido la polémica en ciertos sectores. En años anteriores, el profesor solo entregaba la versión con los enunciados en castellano si el alumno lo pedía expresamente.

Como se recordará, la comisión organizadora ha tomado esta medida después de que el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJIB) admitiera a trámite el recurso presentado por la entidad 'PLIS Educación por favor' contra el sistema utilizado hasta ahora. La vicerrectora de estudiantes de la UIB, Carme Touza, ha explicado en declaraciones a los medios que la decisión se ha tomado desde la "cautela" que requiere esta situación, si bien es consciente de que algunos sindicatos y entidades han considerado que es un paso atrás. "Nuestro interés es garantizar que las pruebas se van a desarrollar de la mejor manera posible sin perjudicar a los estudiantes", ha insistido.

La entidad Escuela Para Todos, integrada por PLIS Educación y Societat Civil Balear, ha celebrado la medida y ha felicitado en un comunicado a la comisión organizadora: "Pese a la presión del nacionalismo, ha antepuesto el bien del alumno y sus derechos", ha manifestado.

Para esta entidad, "se ha puesto fin a una excepcionalidad del reparto de los exámenes en castellano, que suponía una clara discriminación para los alumnos castellanohablantes que por desconocimiento o por temor a significarse, no obtenían los enunciados de los exámenes en la lengua castellana". Asimismo, ha criticado que algunos tribunales hayan dado la orden de recontar el número de ejemplares no entregados en cada lengua y ha esperado que este procedimiento no pretenda "valorar el cambio en el reparto como una competición" entre la cantidad de enunciados que han pedido los estudiantes en una lengua u otra: "Los derechos no se contabilizan, se respetan y se valoran positivamente", ha señalado Escuela Para Todos.

En el otro lado del debate, la Obra Cultural Balear (OCB) ha calificado esta medida como "un ataque contra la lengua catalana" y ha avisado de que la decisión "va en contra de la Ley de Normalización Lingüística y del Reglamento de Usos Lingüísticos de la UIB". También algún que otro profesor de la Universitat se ha pronunciado en redes sociales; Margalida Pons, doctora y docente de Filología Catalana, ha considerado que repartir los enunciados en ambas lenguas es una "involución" y que "sitúa a la lengua catalana en una posición de vulnerabilidad", además de "conflictivizar una situación que hasta ahora era de entendimiento y consenso".

Con todo, a la mayoría de alumnos les es ajena esta polémica: "Yo hago el examen en el idioma en el que he estudiado la asignatura, así de sencillo", asegura uno en los pasillos del Jovellanos a preguntas de los periodistas. Lo cierto es que muchos castellanoparlantes han hecho el examen en catalán, y viceversa, en función del idioma en el que les impartieron la materia.

Preguntas 'a la carta'

Lo que sí preocupa más a los alumnos es la Lomloe: "Menos mal que no nos ha pillado. La nueva selectividad es complicada, no entiendo cómo se evalúa y prefiero lo bueno conocido", cuenta Arnau Gibernau, estudiante del IES La Ribera.

La "suerte" de estos alumnos, que por poco no han sido el conejillo de indias de un nuevo modelo de Selectividad, ha sido por doble partida, porque este año, aunque en el curso 2022-2023 no ha habido ninguna restricción por la pandemia en las aulas, se ha mantenido la posibilidad de poder responder preguntas del modelo A y B indistintamente para que el candidato tenga más posibilidades de hacer el ejercicio que mejor se sepa, una de las facilidades que se ofreció en 2020 por la covid. En años anteriores a la crisis no existía la opción de mezclar preguntas 'a la carta', sino que había que escoger los enunciados de un solo modelo.

El director del Secretariado Técnico de la UIB, Joan Frau, ha detallado que las pruebas han comenzado sin incidencias importantes y que este año hay 102 alumnos apuntados más que el año pasado, aunque desde la Universitat no lo consideran un incremento significativo. Los exámenes han empezado hoy y concluirán el jueves con las últimas pruebas, Diseño e Historia de la Filosofía, como el último reto para poder acceder a un grado universitario.