Entrevista | Entrevista

Jaume Flexas: «En 25 años en Balears retrocederán los encinares y cultivar hortalizas será difícil por la falta de agua»

Ante el aumento de las olas de calor, su grupo de investigación está empezando a estudiar los efectos de este fenómeno extremo en los vegetales: «Diez día de altas temperaturas pueden malograr el fruto o frenar el crecimiento de la planta»

Jaume Flexas: "No producimos suficiente comida y cada vez seremos más población: las cuentas no cuadran"

B. Ramon

Mar Ferragut Rámiz

Mar Ferragut Rámiz

Jaume Flexas, doctor en Biología y catedrático de la Universitat de Fisiología Vegetal, es el investigador más relevante del país en el área de Ciencia de las Plantas y Agronomía. Los rankings le sitúan siempre como uno de los investigadores más citados en su área. Estudia las reacciones de las plantas en condiciones extremas y ha coordinado expediciones a la Antártida, a los Andes (una vez en caravana) y al Himalaya.

¿Por qué es importante saber cómo reaccionan las plantas al cambio climático?

En resumen, porque puede condicionar varias cosas importantes para las personas, empezando por la producción de alimentos y su distribución. El cambio climático hace que zonas que tradicionalmente han sido de viña, por ejemplo, dejen de serlo. Puede desplazar los cultivos más adaptables de un lugar u otro. Otro tema importante es la biodiversidad. Aquí en el Mediterráneo, particularmente por la sequía, habrá especies que se adaptarán mejor que otras y eso afectará no solo a las plantas: una planta puede adaptarse, pero el cambio de temperatura puede desacoplar el ciclo con su insecto polinizador… veremos muchas cosas de este estilo. Hay un tema de salud humana también, lo más claro son las alergias: si cambian las condiciones climáticas, cambian los periodos de floración y esto puede alargar el periodo de presencia alta de polen en atmósfera. Como mínimo hay todo esto, que ya es mucho.

El investigador, durante un momento de la entrevista con este diario.

El investigador, durante un momento de la entrevista con este diario. / Mar Ferragut

Damos por hecho que siempre habrá comida para todos, ¿nos equivocamos?

Es evidente que no producimos suficiente comida para todo el mundo. No producimos lo suficiente para que cada persona del mundo consuma 2.000 y pico calorías cada día, llegamos en promedio a 1.800 calorías por persona. Y la curva de población sigue creciendo, esperamos ‘para mañana’ llegar a los 9.000 millones de personas. La curva de población está creciendo exponencialmente, mientras que la producción de cultivos crece como mucho linealmente.

¿Hemos perdido el miedo a los transgénicos por que vemos que es la única solución?

En Europa el tema de los transgénicos se ha entendido o se ha querido vender mal. Los transgénicos son plantas modificadas y hay distintas técnicas, algunas existen desde que existe la agricultura. Tradicionalmente se busca qué mecanismos se podrían modificar para conseguir que un metro cuadrado de zona cultivada dé más producción. Se ven avances, pero es difícil. Hay estudios que muestran que manipulando la fotosíntesis y otros procesos se consigue aumentar producciones un 10%, pero solo en determinadas plantas como el tabaco. El problema es que la producción por hectáreas está muy optimizada desde la Revolución Verde. Que la planta crezca más, en general, o que haya más verde, en general se puede conseguir, pero si hablamos de cereales, tú lo que quieres es más grano. Si ves un maíz de los años 40 y lo comparas con uno de ahora la planta es más pequeña, pero da mucho más grano y eso no parece que se pueda mejorar mucho más. Los transgénicos pueden ser la solución porque es un hecho que no podemos ganar más terrenos de cultivo. Si cada vez hay más gente necesitas más zona urbana y también más cultivos, pero la tierra es finita... ¿Qué hacemos: quitamos zonas boscosas? Las cuentas no salen, no cabemos. Ahora parece que se está apostando por las técnicas CRISPR, que en vez de introducir un gen lo que hacen es modificar un trozo pequeño de un gen de la planta, es como una micromanipulación.

Hace un año su grupo empezó a estudiar el efecto de las olas de calor en las plantas, ¿por qué?

Vimos que la frecuencia de olas de calor en bastantes lugares del mundo se estaba incrementando muchísimo en la última década. La temperatura es un tema esencial para la fisiología de las plantas. Montamos un dispositivo para simular efecto de olas de calor en diferentes tipos de plantas, de cultivo y otras en ambientes extremos, tipo la Antártida o en el Ártico, donde también están teniendo lugar olas de calor (el año pasado estuvimos y se habían registrado las temperaturas más altas de los últimos 30 años). Hace dos semanas acabamos un experimento con varias especies y nos han concedido un proyecto del plan nacional para intensificar estos estudios los próximos cuatro años.

Dispositivo, con calefactores de exterior, para estudiar el efecto de las olas de calor en las plantas

Dispositivo, con calefactores de exterior, para estudiar el efecto de las olas de calor en las plantas / B.RAMON

¿La sociedad se muestra más sensible cuando le hablan de animales ya extinguidos o en peligro, pero no es tan consciente de la pérdida de especies vegetales?

Sí, y eso que en los últimos 200 años se han perdido mínimo unas 500 especies vegetales. En Balears también se han perdido algunas: en Menorca hemos contemplado la extinción en condiciones naturales de la Lysimachia minoricensis. Yo ahora soy director científico del Jardín Botánico de Sóller y un proyecto que queremos potenciar es sobre dos especies endémicas que no están catalogadas como en peligro de extinción pero de la que hace años que no vemos individuos nuevos: el 'llampudol bord' y la 'estepa joana'. Es importante no solo por el valor intrínseco de cada especie vegetal, sino también por los servicios que potencialmente puede dar, como la cantidad de fármacos potenciales que están esperando en el bosque a que alguien los encuentre. También hacen un servicio a los polinizadores, y si desaparecen se ven perjudicados. Que desaparezca una especie no es ‘ah, me falta un cromo’: es que detrás van muchas cosas a nivel de ecosistema.

¿Cómo se imagina el paisaje balear en 2050?

Depende de cómo vaya el ritmo de incremento de temperatura. Me imagino unas islas donde sea de cada vez más difícil producir plantas hortícolas. Las temperaturas probablemente no sean tan limitantes, pero sí la falta de agua. A nivel de vegetación, básicamente tendremos cada vez menos bosques, sobre todo de encinas. El pino y el matorral, la vegetación costera y dunar, seguramente aguantarán mejor. Otra cosa será el efecto de las olas de calor y en qué momento se dan: no es lo mismo que te pegue cuando estás empezando a crecer o cuando ya estás en fructificación. La castaña de diez días de temperatura alta puede malograr el fruto o que te quedes más pequeña… Necesitarán más agua y no tendremos para regar. A nivel de especies ya hemos comentado el caso de las dos endémicas que vemos en retroceso y seguramente habrá más extinciones.

¿Cuándo podremos aplicar los mecanismos de resistencia de algunas plantas a las condiciones extremas (como los tomates de ‘ramallet’) a otras?

Empezamos a encontrar algunas cosas, pero aún queda mucho por recorrer. Para mejorar especies cultivadas se ha partido o bien de cruces entre ellas mismas para ir seleccionando individuos o si se ha querido hacer una mejora, por ejemplo, tipo transgénica en términos más de manipulación genética, se ha partido siempre del tabaco, la espinaca y sobre todo, desde hace veinte y pico de años, de Arabidopsis thaliana, una hierba que se seleccionó porque tiene un genoma muy pequeño. Se ha avanzado mucho en conocimiento gracias a ella, pero tiene sus limitaciones para decir cómo mejorar, por ejemplo, un cultivo en condiciones de sequía. El maíz tiene un genoma 99 veces más grande que Arabidopsis.

Por eso nos vamos a investigar las plantas en los Andes, el Himalaya... en invierno hace mucho frío, pero en verano allí es peor que aquí en cuanto a calor, radiación y sequía. Nos fijamos en estas las plantas que son más productivas, y miramos su metabolismo, y a partir de ahí miraremos qué genes expresan, y si vemos por ejemplo que el tomate de ramallet también los tiene o si se le pueden introducir. Eso es lentísimo, piensa que cuando vamos estos sitios el nivel de trabajo es bajo porque la logística en estos sitios es complicadísima.

Flexas, junto a las viñas que tienen en el campus de la UIB para sus experimentos.  Una época se hacía vino, pero era una producción muy baja.

Flexas, junto a las viñas que tienen en el campus de la UIB para sus experimentos. Una época se hacía vino, pero era una producción muy baja. / Mar Ferragut

«Ser un investigador muy citado no sirve para nada, aquí no se incentiva y solo da más trabajo»

Pide que la inversión en I+D+i vaya a ciencia y no «a que los hoteleros hagan jardines más bonitos»

¿Ser el investigador más citado en su área da ventajas? 

No, solo da más trabajo. Teóricamente es una oportunidad porque da visibilidad  pero en términos de financiación se traduce en cero. A mí como mucho me han dado las gracias alguna vez. En España no hay ni un incentivo para los investigadores altamente citados. En otros países como Australia o EE UU sí, porque eso repercute en los rankings y aumenta las posibilidades de las universidades de atraer talento, alumnos… Me buscan muchos centros extranjeros para revisar artículos o participar en tribunales de tesis, trabajo en general no remunerado. También muchísima gente quiere venir aquí a hacer estudios y cada día hay una avalancha de ‘mails’ de gente que te quiere consultar algo… eso son tres horas de trabajo diario, a cambio de nada y quitando tiempo a la investigación. Me contentaría con que alguien me ayudara a gestionar todo ese trabajo extra. Tener una financiación ‘liberada’ también ayudaría: el problema de la investigación es que lo poco que se invierte es complicadísimo de justificar, es absurdo. Mi día es hacer papeleo. 

¿Ser muy citado no le sirve para que le lleguen ofertas? Los países árabes ahora fichan investigadores como futbolistas, ofreciendo unas condiciones impensables aquí. 

En su día llovieron ofertas de allí, también de China. Las condiciones son muy buenas, si me hubieran llegado cuando acabé la tesis pues me voy de cabeza; ahora, con familia y tal, hay mucho que sopesar.  

Balears es la comunidad que menos invierte en I+D+i, ¿qué pide al nuevo Govern?

Se han hecho pequeñas mejoras , pero lo básico sería llegar a la media española y que lo invertido vaya a ciencia básica y aplicada en régimen competitivo. Que no sea dar una subvención a los hoteleros para que hagan los jardines más bonitos. A nivel estatal por ejemplo hemos visto que se mete gasto militar, como tanques nuevos, dentro del I+D+i.  

El País ha destapado la trama de universidades que a golpe de talonario fichan (falsamente) a investigadores muy citados para que figuren como autores de sus artículos y aumentar así su relevancia. También es sabido que hay científicos que pagan por publicar. ¿Se ha pervertido el sistema?

Hemos pasado de que los resultados de que la investigación se quedara en un cajón a publicar artículos como churros, no tiene sentido y habría que buscan un término medio. Han salido unas cosas alucinantes, pero no hay que condenar automáticamente a todo el mundo. La doble afiliación a dos universidades ha existido siempre y no ha habido problema, pero el problema es cuando esas afiliaciones son falsas. 

Suscríbete para seguir leyendo