Prohens pone en su sitio a Le Senne

Si continúa de esta guisa, don Gabriel Le Senne nos va a dar muchas sesiones de divertimento. El disparate pronunciado la semana pasada por el flamante presidente del Parlament al declarar con ínfulas su firme deseo de devolver competencias de Balears al Estado, fue contestado ayer sibilina y doblemente por Marga Prohens.

Desde el atril, la presidenta in pectore del Govern inició su discurso de investidura reivindicando machaconamente «los 40 años de autonomía y de la entrada en vigor de nuestro Estatuto, 40 años de la constitución de las cuatro islas como Comunidad Autónoma, cuarenta años de autonomía y de Estatuto que nos han traído hoy aquí». Consciente también de qué es y significa el Parlament, Prohens intervino solo en su lengua propia frente al monolingüe Le Senne; veremos hasta cuándo Vox le permite hacerlo.

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Claro que tras poner al destacado miembro de Vox en su sitio empezaron los mimos grupales a sus socios, no vaya a ser que la dejen en minoría como a Jaime Martínez en Cort. Fue curioso ver cómo los ocho diputados ultraconservadores aplaudían fervorosamente en solitario a la candidata del PP cuando prometió corregir la política migratoria del PSOE y acabar con la llegada de pateras-veremos cómo se las ingenia-. Mientras, la bancada popular tragaba saliva en silencio.

Prohens hizo un discurso muy de Ayuso -«libertad», «cambio»-, aderezado con eslóganes pegadizos, bien estructurado y con sello de algún joven asesor que no ha perdido la maña periodística de hacer titulares: «La propiedad privada se defiende; la okupación se persigue». «Ya está bien de que nos juzguen y de dejarnos juzgar».

Además de desquitarse repetidamente de «las izquierdas» mirando fijamente a Armengol, Prohens se proclamó una «liberal» en mayúsculas y recalcó no querer «ser una presidenta de paso». Sus concesiones a Vox tendrán mucho que ver en eso.

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