La Obra Cultural Balear augura movilizaciones y protestas en la calle tras el preacuerdo de PP y Vox

Piden a toda la izquierda que se abstenga para que Marga Prohens gobierne en solitario, sin consellers de Vox

Consideran un error "gravísimo" ceder la presidencia del Govern a la ultraderecha

Joan Miralles, presidente de la OCB.

Joan Miralles, presidente de la OCB. / B. Ramon

Guillem Porcel

Guillem Porcel

La Obra Cultural Balear (OCB) pide a toda la izquierda que se abstenga (PSIB, Més y Podemos) en la investidura de la candidata del Partido Popular, Marga Prohens, para evitar que Vox entre en el Govern: "El PP ganó con claridad las elecciones y su candidata tiene toda la legitimidad para convertirse en la nueva presidenta en esta legislatura que ahora comienza".

Aseguran que los ciudadanos necesitan un Partido Popular que "se mantenga en todo caso dentro del consenso democrático y estatutario". Un Estatut de Autonomia, apuntan, que contiene un mandato destinado a los poderes públicos para que protejan y promocionen la lengua catalana y "creen las condiciones para que se garantice el derecho de los ciudadanos a su uso en condiciones de normalidad".

Asimismo, critican el preacuerdo firmado entre PP y VOX porque "dinamita el consenso estatutario y constituye una declaración de guerra contra nuestras señas de identidad y, por extensión, contra los ciudadanos de Baleares que amamos nuestra lengua, nuestra cultura y nuestro país" y consideran que es un error "gravísimo" ceder la presidencia del Parlamento al representante de un partido que "ni cree en la democracia, ni en el sistema parlamentario, ni en los derechos fundamentales y las libertades públicas". Aseguran que este preacuerdo supone una ruptura del consenso y augura una época "convulsa, de crispación, de confrontación social y de protestas y movilizaciones en las calles".

También reiteran que las políticas públicas no se pueden pactar con un partido "no democrático, negacionista de la violencia contra la mujer y el cambio climático, xenófobo, homófobo, y contrario a la lengua, la cultura y el país" porque, según defiende, esto supone "una declaración de guerra contra cualquier demócrata".