Calor en Mallorca: el desafío de dar clase a más de 30 grados

El curso pasado unos 60 colegios e institutos públicos pidieron recursos extra para comprar ventilador, colocar toldos o instalar aire acondicionado

En el colegio Pius XII instalaron un toldo retráctil en el patio

En el colegio Pius XII instalaron un toldo retráctil en el patio / DM

Mar Ferragut Rámiz

Mar Ferragut Rámiz

En comparación con años anteriores, las temperaturas han dado algo de tregua este mes de junio pero las escuelas afrontan la semana final de curso con predicciones por encima de los 30 grados. Y la tendencia, según los expertos, es que las condiciones cada vez serán más extremas año tras añi debido a la emergencia climática, ¿cómo afrontan las escuelas el reto de dar clases con el termómetro disparado? 

La conselleria de Educación y FP se comprometió con los sindicatos a elaborar un plan de climatización antes de que acabe 2023 (es uno de los puntos que figura en el segundo Acuerdo Marco firmado por el equipo saliente con las fuerzas sindicales el pasado febrero), pero mientras no llegue ese plan, los centros se apañan como pueden. 

En la red pública, algunos ayuntamientos (responsables del mantenimiento de los centros de Infantil y Primaria) ya han destinado recursos a mejorar la climatización de sus colegios. Algunos centros se han buscado la vida por su cuenta (los concertados, todos).

Entre los centros públicos el año pasado algunos mandaron un SOS a la Conselleria: un total de 60 colegios e institutos solicitaron recursos extra al Govern para mejorar la climatización «con una inversión aproximada de 300.000 euros» por parte de Educación. Ese dinero fue básicamente para comprar ventiladores, aunque también se instalaron algunos sistemas de aire acondicionado y pérgolas y toldos en los patios.

Para confeccionar el plan de climatización prometido, la Conselleria pidió a los ayuntamientos que realizara una «auditoría climática» de sus colegios. En el caso de los institutos, sería Educación la encargada de realizar esas auditorías.  Una vez que tenga esa información, Educación se comprometió a confeccionar el plan antes de que acabe este año, priorizando los centros «de intervención urgente». 

Desde los municipios, el presidente de la Federación de Entidades Locales de Balears (FELIB), Toni Sala, explica que este tema no se ha comentado apenas y que los ayuntamientos ya han aplicado medidas para mejorar la climatización de los centros de los que son responsables. 

El año pasado la conselleria de Educación y Formación Profesional aprobó un protocolo de actuación con algunas medidas organizativas a aplicar en caso de que la AEMET active algún aviso como mínimo amarillo por temperaturas elevadas, como ha activado esta semana en la que prevé que se supere incluso los 35 grados. 

La dirección general de Planificación, Ordenación y Centros es la que decide si se activa o no y avisa a los centros. Con carácter general su aplicación se contempla los meses de junio y julio y en septiembre, aunque también se puede aplicar en algún momento puntual fuera de estos meses si las temperaturas son excepcionalmente altas.

Para el nivel de aviso amarillo (con temperaturas por encima de los 33 grados) el protocolo establece medidas muy generales y básicas, como evitar realizar actividades en los espacios más calurosos de los centros; promover la ventilación natural; facilitar la hidratación de alumnos y profesores; no programar actividades físicas en zonas donde pegue el sol y a las horas de más calor; y velar especialmente por aquellos niños y profesionales con necesidades especiales de salud

Cuando se activa el aviso naranja (con el mercurio llegando a los 35 grados) los centros pueden reorganizar clases y flexibilizar horarios. Además, si las familias avisan los menores pueden irse del centro a partir de las doce del mediodía sin que se considere falta injustificada. El protocolo no menciona las actuaciones a seguir en el caso de que la AEMET active el aviso rojo, que es cuando el termómetro se dispara hasta los 38 grados.  

Además de adaptar los centros ya existentes a la nueva realidad climática (con más olas de calor y episodios extremos), Educación asegura que los nuevos centros y las ampliaciones ya se diseñan y planifican pensando en la sostenibilidad energética y garantizando zonas de sombra en los patios