El tiempo en Mallorca: Las temperaturas mínimas en el Puig Major han alcanzado los seis grados bajo cero durante el episodio de frío y nieve

Tras un año 2022 y un período ininterrumpido de ocho meses muy cálidos o incluso extremadamente cálidos, una masa de aire polar ha visitado Baleares, trayendo consigo diversos temporales de viento, frío de riguroso invierno y el blanco elemento, tan preciado por los mallorquines. 

En estos episodios de frío polar tan acotados en el tiempo y que probablemente están en peligro de extinción, siempre resulta interesante echar una mirada al techo de Baleares. El Puig Major hace cumbre a unos 1.436 metros sobre el nivel del mar y desde octubre de 2021 contamos con una estación meteorológica que proporciona datos de diferentes variables atmosféricas como la temperatura, la humedad y el viento.

Antes de esto, allá por 2011, se instaló un sensor de temperatura que ofrecía datos en diferido y en el que se llegaron a registrar temperaturas de hasta -10ºC durante la ola de frío de febrero de 2012. Las estaciones meteorológicas son centros de recogida de datos que ayudan a estudiar las particularidades climáticas de cada lugar y la información que proporcionan se integran en una red mundial de datos y por tanto juegan un papel clave en las previsiones meteorológicas. 

Aunque la actual no se trata de una estación oficial, la información que nos proporciona es muy valiosa porque da cuenta de la existencia de un microclima con características ciertamente extremas para este rincón del Mediterráneo. 

Frío de noche y de día

Desde el 12 de enero, las temperaturas mínimas en el Puig Major han sido negativas y bajaron hasta los -6.2 grados el día 22 en el auge de la entrada polar. Esta es la temperatura más baja registrada hasta ahora en Baleares, en lo que va de año. Aún así, este valor está lejos de los récords absolutos de frío en Baleares como los -13.5 grados de Lluc en el gélido febrero de 1956.

Quizás lo que sorprende más son las máximas registradas estos días, es decir, la temperatura más alta del día que acostumbra a darse a primeras horas de la tarde cuando el calentamiento solar es máximo. En la cima del Puig Major, hace casi una semana que las máximas no remontan de los cero grados.

El día 22 la máxima fue de -3.8 grados, el día 23 unos -3.1 grados y el 24 unos -3.3º grados. Es un frío riguroso, pero está lejos de batir récords puesto que el 4 de febrero de 2012 la temperatura máxima en la garita meteorológica fue de -8 grados, según comenta Albert Darder en su libro Vall de Neus. 

Por otro lado, la nevada ha sido importante en las zonas clásicas de la Serra de Tramuntana, pero también en otras elevaciones donde la nieve es poco habitual. El blanco elemento llegó a Ibiza tan solo cinco meses después de que la isla batiera su récord absoluto de calor con 41.8ºC el 13 de agosto de 2022. El Puig de Sa Talaia en Sant Josep, amaneció nevado el pasado lunes a partir de unos 300 metros, una estampa que hace las delicias de los que nos dedicamos a la meteorología. 

 Algo cuajó también en Sant Salvador (Felanitx) y se vieron copos en diferentes municipios de Mallorca como Palma, Marratxí, Santa María, Binissalem e Inca. Volviendo al techo de Baleares, en la carretera que sube al Puig Major se acumulan en estos momentos entre 30 y 40 centímetros de nieve pero en la Serra d'Alfàbia, en Bunyola, a más de 1.000 metros, la roca está desnuda. 

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La nieve vuelve el fin de semana

Tras una breve retirada, el aire polar vuelve a la carga a partir del viernes. Las temperaturas a unos 1.400 metros oscilarán entre los -2 y -5º grados por lo que la cota de nieve volverá a situarse en torno de los 600 metros el viernes y el sábado. Los vientos del norte no remitirán y harán que la sensación de frío se acreciente en toda la isla. Habrá que estar atentos a nuevos cortes de carretera puesto que las precipitaciones harán acto de presencia entre el viernes noche y la primera mitad del sábado.