De acuerdo con los propios afectados por la irregularidad con los títulos de pilotos de drones expedidos durante un año por Aerocámaras son más de 2.600 exalumnos los que ahora se enfrentan a la imposibilidad de trabajar en su sector hasta que completen su formación porque los títulos expedidos de marzo del año pasado a abril de este 2022 carecen de validez. La empresa les está contactando comprometiéndose a facilitarles de nuevo la formación gratuitamente. Mientras tanto, los pilotos se están organizando para presentar un demanda colectiva al considerar que han sido víctimas de una estafa.

Los perjudicados critican la «negligencia» de la empresa y la situación que ahora enfrentan al no poder volar drones como profesionales, lo que les impide el desempeño laboral. Por ello, se están formando grupos para unirse y hacer presión conjunta por la vía legal a través de un bufete de abogados.

Si tienen que volver a examinarse deben esperar seis meses, relatan afectados. Según se explica, las prácticas impartidas por Aerocámaras se hacían «como churros», consistiendo en poco más que «una charla» y dirigir un dron de forma superficial.

También se apunta a que la empresa que no cumplía con la totalidad del programa de formación práctica de acuerdo con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) ha actuado con diferentes denominaciones. Además de bajo el nombre de Aerocámaras ha impartido cursos con el nombre de Dreams Factory.

Desde el propio sector de formación para volar drones también se cuestiona la profesionalidad de Aerocámaras por vender cursos «de manera ilegal y hacer las cosas mal». «Llevan toda la vida estafando, Aesa les ha llevado a juicio inútilmente» porque «tienen muy buenos abogados».