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«Esa patera sobrecargada era fácil que hubiera volcado»

Un inspector de la Policía confirma que organizaciones mafiosas controlan la ruta entre Argelia y Balears

El presunto patrón de la patera, ayer, en la Audiencia. L.MARINA

El peligro inminente de 16 migrantes a bordo de una minúscula patera de irse al fondo del mar quedó ayer en evidencia en la Audiencia de Palma. El presunto patrón de la embarcación, llegada a la costa de Balears el pasado 11 de julio, se sentó en el banquillo de los acusados. La fiscal pidió para él cinco años de prisión por presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

«La embarcación no cumplía ninguno de los estándares mínimos para esa travesía y podría haber volcado en cualquier momento», precisó ayer durante la vista el exjefe de Salvamento Marítimo en Balears Miguel Chicón. «Estaba sobrecargada con 17 personas en cinco metros y no tenía estabilidad ninguna. Sin luces, sin chalecos salvavidas y sin equipo de comunicación. Llevaban bidones con gasolina y repostaban durante la marcha. Había gente fumando y se podría haber incendiado en cualquier momento», precisó.

Por su parte, un inspector de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedad (UCRIF) recalcó que organizaciones mafiosas controlan la ruta entre Argelia y Balears.

El funcionario aseguró que las nacionalidades de los pasajeros de las pateras que llegan a las islas se han ampliado. «Antes eran solo argelinos. Desde hace un año y medio, vienen también de otros países», precisó. De hecho en esta embarcación llegaron dos migrantes procedentes de Yemen.

Los investigadores de la Policía Nacional trataron de delimitar desde el primer momento quién era el que llevaba el timón de la patera. El ahora acusado trató de hacerse pasar por uno de los migrantes en la travesía y durante su comparecencia en la sala. Sin embargo su implicación al gobernar la embarcación fue desvelada por algunos de los pasajeros. Algunos de estos declararon al llegar a la costa en calidad de testigos protegidos y desvelaron quién pertenecía a esta organización mafiosa.

24 horas de travesía

Uno de los policías resaltó la importancia del testimonio de los ciudadanos yemeníes que iban a bordo para desvelar la identidad del patrón. «Lo reconocieron sin ningún género de dudas», abundó durante su comparecencia ante el tribunal.

La patera zarpó desde el puerto argelino de Boumerdes y la travesía duró aproximadamente unas 24 horas hasta alcanzar la costa de Cabrera. El patrón, además del timón, llevaba un GPS en el móvil para fijar el rumbo hacia Balears.

Los testigos desvelaron que el procesado tuvo que hacer pausas e hizo los descansos que estimó oportunos durante la travesía. El ardid de tratar de confundirse con los otros migrantes no prosperó.

Durante su intervención, la fiscal resaltó que esta travesía se realizó por medio de «una estructura organizada». En esta, el patrón «era el último eslabón». Un total de tres personas recibieron a los migrantes en una casa, cada uno de ellos pagó entre 1.000 y 2.000 euros por el viaje, antes de embarcarse en la patera. Dos inviduos encapuchados los recibieron ju nto a la embarcación. «Yo no he sido. No he hecho nada», apuntó el acusado en un desesperado intento por autoexculparse.

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