Son las 9 de la mañana en el CEIP Pintor Joan Miró de Palma y la mayoría de alumnos y alumnas que regresan a las aulas después de las vacaciones de Semana Santa no portan mascarillas, pues su uso ya no es obligatorio en el interior de las aulas. La mayoría de profesores tampoco la llevan.
“Casi todos no llevan mascarilla”, apunta una profesora. “Yo llevo mascarilla por temas médicos, necesito llevarla por precaución estos días, pero deseo quitármela”, señala. “A ellos los veo normales y ni se acuerdan de la mascarilla ya. Están tranquilos, a gusto, hablan entre ellos, se vuelven a relacionar”, cuenta.
Otro profesor, practicante de la universidad, celebra el fin de las mascarillas en interiores. “Está yendo muy bien, es mucho más cómodo para comunicarse poder verse la cara. La mascarilla era una barrera a la hora de comunicarnos y de entendernos. Nos dificultaba. Ahora va a ser más sencillo llegar a los alumnos”, considera.
“Hemos vuelto sin mascarilla. Los niños han llegado con mucha alegría sin ella, sobre todo los más pequeños de primero y de segundo. La mayoría, por no decir todos, no llevaban mascarilla. En otras aulas sí algún niño la lleva por miedo de las familias o porque tienen familias con algún vulnerable en casa. En cuanto a los profesores, la mayoría no lleva y los que llevan es porque tienen algún vulnerable en casa. La nueva normalidad la hemos acogido muy bien y estamos muy contentos de vernos las caras de nuevo”, declara la directora del centro, Marina Vallcaneras.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria de Mallorca (Adipma), Joana Maria Mas, aseguró ayer que la jornada transcurrió «sin incidentes y con plena normalidad», a la vez que celebró con satisfacción la nueva etapa: «Es una medida correcta. Algunos maestros ya han notado retrasos en el lenguaje de los niños», subrayó, aunque en este sentido insistió en la importancia del entorno familiar del alumno, un espacio en el que se debe trabajar «interactuando e intercambiando vocabulario con los hijos para que empiecen el cole con un bagaje lingüístico».
Igualmente, Mas apuntó que las escuelas están pendientes de las instrucciones de Educación, que debe indicar si ya se pueden reactivar las actividades que implican contacto entre alumnos de diferentes grupos y clases, como los talleres interciclo, hasta ahora limitados por la pandemia.
En palabras similares se expresó el presidente de la Asociación de Directores de Secundaria de Mallorca, Joan Ramon Xamena, quien señaló que cerca del 95% de alumnos y profesores fueron sin tapabocas, por lo menos en el centro que dirige, el IES Porreres. El portavoz insistió en que el hecho de «volver a verse las caras mejorará la comunicación entre estudiantes y maestros». Además, «con la llegada del calor» se agradecerá no tener que utilizar la protección facial, y el profesorado «tendrá que dejar de librar batallas en los pasillos para que los alumnos se pongan bien el tapabocas».
Igualmente, Xamena destacó una cuestión que «podría llegar a convertirse en un problema»: «Algunos jóvenes se sienten ahora más cómodos con mascarilla y de momento no quieren quitársela».
