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Mallorca se despide de las mascarillas en interiores: "Es una liberación"

Muchos ciudadanos optan por seguir llevándola por precaución - Los trabajadores celebran la noticia después de más de dos años con el cubrebocas

Una trabajadora, esta mañana, en el Mercat del Olivar

"Ya no tienes que llevar la mascarilla". Esta ha sido una de las frases más repetidas esta mañana en Mallorca después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) certificara que los ciudadanos ya pueden acceder a los interiores de los establecimientos sin el cubrebocas. Entre la población ha habido disparidad de opiniones, aunque muchos coinciden en que "ya era hora" después de más dos años siendo obligatorio. Trabajadores y clientes expresan su "satisfacción" por dejar atrás un complemento que se había convertido en esencial.

Miquel Àngel Bennassar, vecino de Palma, explica que desde el primer momento tenía claro que no iba a llevarla a partir de hoy porque "ya estoy cansado y siento que no sirve para nada". La entrada en vigor de la nueva normativa le ha cogido de vacaciones, por lo que no sabe cómo va a afectar a su empresa: "Espero que nos dejen ir sin mascarilla, aunque entiendo que depende de las circunstancias, porque en mi caso tengo a algunos compañeros muy cerca y quizás debería ponérmela por prudencia".

Algunos ciudadanos optan por seguir utilizando las mascarillas. G.BOSCH

En las grandes empresas no había un criterio claro. Algunas optaban por dar libertad a los trabajadoras y otras seguían manteniendo la mascarilla obligatoria para aquellos que trabajan cara al público. Este es el caso de Ángel Martínez, que ha afirmado que la nueva situación "es una liberación" porque trabajar con ella acaba siendo "complicado". Admite que tiene suerte de poder obviarla, pero que otras amigas que trabajan en el sector están obligadas a utilizarla: "Llega un punto en el que molesta más que ayuda".

Marilina Barbieri y Fabián Luzzi son propietarios del restaurante Elías Urban Kitchen, situado en la calle de Sant Elies. Ellos también han decidido prescindir de la mascarilla y, si nada cambia, seguirán optando por esta opción: "La gente ya está vacunada y van con cuidado, así que no tenía mucho sentido mantenerla". Además, explican que no han tenido ningún problema con los clientes, muchos de ellos asiduos y residentes en la zona, aunque entienden que haya personas que prefieran seguir llevándola: "No sabemos si volverá a ser obligatoria, pero esperamos que no".

En el Mercado del Olivar se podían apreciar esta mañana visiones totalmente distintas. Jessica Mayol, propietaria de Peixos Jessica, ha decidido prescindir del cubrebocas y detalla que en las últimas semanas todo era "contradictorio" porque todos los clientes se sentaban a comer sin mascarilla pero los trabajadores estaban obligados a portarla: "Sí que he visto muchos extranjeros que siguen llevándola, pero la mayoría de los que trabajamos en pescadería ya no la llevamos". En su caso, no ha tenido ningún problema con los clientes, aunque matiza que las personas más mayores prefieren seguir con la mascarilla por seguridad.

Marilina Barbieri, propietaria del restaurante Elías Urban Kitchen. G.BOSCH

Tanto en el Olivar como en los establecimientos de Palma la realidad era compleja, ya que en todas las tiendas había personas con y sin mascarilla. A pesar de la eliminación de la obligatoriedad, la realidad es que los ciudadanos siguen teniendo reticencias con este tema. Lukas Schmidt y Anna Allen han venido a pasar unos días de vacaciones a Mallorca. No se habían enterado de que hoy ya no era obligatoria y seguían llevándola, aunque admiten que "siempre buscamos algún sitio con poca gente". En Alemania ya no tenían que utilizarla, por lo que no entendían que aquí siguiera siendo obligatoria: "Nos sorprende que la gente la lleve por la calle, hemos visto a personas con dos mascarillas incluso".

Una clienta, esta mañana, en una tienda de Palma sin mascarilla. G.BOSCH

Joana Bota regenta un puesto de frutas y verduras desde hace años. También ha decidido decir adiós a la mascarilla, al menos hasta que no sea obligatoria otra vez. En su caso, solo se la pone si acude algún cliente mayor o de riesgo "para evitar riesgos". Muchos de ellos son compradores asiduos y ya les conoce, por lo que tiene una mayor facilidad a la hora de responder ante cada situación: "Mi intención es no llevarla más tiempo, pero esto nunca se sabe".

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