Todo se va poniendo en su sitio con el arranque de la temporada turística. Este 2022 el sector del rent a car lo afronta con buenas previsiones. La resiliencia se ha instalado en la industria turística y la falta de vehículos, que se tuvo que afrontar el año pasado tras la inactividad por la pandemia y la crisis de suministros —que afectó a la fabricación de coches y por ende a las adquisiciones—, ha redundado en una subida de tarifas bien recibida por parte de los empresarios. Para cubrir las necesidades de Semana Santa las patronales isleñas consideran suficiente el parque actual, en torno a un 66% respecto al volumen de 2019, alrededor de 80.000 unidades. La subida de precios por sí misma «cribará la demanda».
Desde la Asociación Balear de Empresas de Alquiler de Vehículos con Conductor (Baleval) su presidente, Toni Masferrer, se muestra optimista porque hay «suficientes» coches para cubrir las necesidades de los turistas esta Pascua. «No sobran muchos», explica, pero las tarifas son más elevadas. «Es malo para el cliente pero peor sería que no hubiera», asevera el representante de la patronal adscrita a CAEB, la de mayor representación en el sector. Apela a que «el factor precio» provoca «una criba» entre los propios usuarios. Los que no estén dispuestos a pagar más durante sus vacaciones optarán por otros medios de transporte.
En el mismo sentido se expresa Ramón Reus. El presidente de la Asociación Empresarial de Alquiler de Vehículos de Baleares (Aevab) rememora que el desabastecimiento de vehículos a raíz de la pandemia, cuando los fabricantes vieron afectada su actividad y sus proveedores se enfocaron en otros sectores, dejando de producir suministros como los microchips. Derivó en que se rompió la cadena de distribución.
Los rent a car se encontraron en una temporada 2021 tardía que empezó en mayo, con falta de vehículos. Se redujo la flota en Baleares al pasar de unos 120.000 vehículos a alrededor de 75.000 u 80.000. Lo «bueno» es que ahora las tarifas se han elevado entre un 10-15%. «Antes era una selva», con precios más bajos y malas prácticas que se han saldado con «muchas reclamaciones». Reus apunta también a los «exportadores» que hacen negocio vendiendo coches. «Ahora el servicio es como toca», añade el representante de la patronal de Pimem.
Para Masferrer, lo relevante es que existía el riesgo de que no hubiera vehículos en las islas y ahora hay «suficientes y caros, pero hay» y las reservas de Pascua van rodando. Claro está, acota, que «el que esté acostumbrado a pagar, por ejemplo, 30 euros en lugar de 300 se va a quejar».
Frente a la escasez de coches de alquiler de cara a los próximos meses, en comparación con la temporada 2019, y ante un panorama en el que se barrunta que el archipiélago recobrará el volumen de turistas prepandemia, Masferrer esgrime que para el verano aún «queda mucho». Las expectativas para Baleval, la patronal que reúne al 85% del sector, (25 empresas) pasan porque la temporada turística que ahora despierta continúe en mayo, de manera que no se repita una situación tan incierta como la del año pasado, con aquel verano incierto.
Flota parada en los puertos
La huelga de transportes en la península del mes pasado ha retrasado la llegada de coches de alquiler, dice Reus. «Estaban reservados antes de Semana Santa» y con el paro de los camioneros, siguen en los muelles de los puertos de Barcelona y Valencia. El presidente de Aebav estima que se han visto afectados entre 2.000-3.000 vehículos. Se prevé su llegada para los próximos días.
Masferrer corrobora que está pendiente la recepción de más coches, y dice no saber a ciencia cierta si se debe al paro de los transportistas o a la caída de fabricación de vehículos.
