La nueva ejecutiva de El Pi decidió en la noche de ayer llevar ante el comité de disciplina del partido a los dos consellers del Consell de Mallorca, los ‘fontistas’ Pere Soler y Bel Febrer, que impulsaron un golpe de mano para derrocar a la portavoz Xisca Mora. El comité de disciplina decidirá si abre un expediente que podría terminar con la expulsión de los dos cargos de la formación.
El presidente de El Pi, Tolo Gili, afirmó ayer noche que «Pere Soler y Bel Febrer han ido contra la legítima decisión del partido por una cuestión personal y en beneficio propio. En primer lugar por promover el cambio de portavoz y en segundo lugar por boicotear la contratación de una secretaria de grupo que había sido acordada en la ejecutiva».
Este órgano del partido está integrado por todos los representantes del sector ‘melianista’ que ganó el congreso de septiembre y que el sector ‘fontista’ no acepta los resultados y ha denunciado ante la Oficina Anticorrupción.
Gili les remitió una carta advirtiéndoles de las consecuencias y Soler lo calificó el lunes de «amenaza». El presidente de El Pi aseguró al respecto que «yo solo les comuniqué que el partido había decidido que Xisca Mora fuera la portavoz y hoy mismo (por ayer) fue ratificada. En ningún caso fue una amenaza». Asimismo, Gili aseguró que ha intentado en varias ocasiones dialogar con el díscolo Soler y se ha negado: «Me dijo que no quería saber nada del partido ni de la dirección».
