El presidente y fundador de Baleària, Adolfo Utor Martínez, ha pasado de ser el máximo accionista de la naviera a convertirse en el único. Utor toma el control total de la empresa con sede en Dénia al hacerse con el 42,5% de la participación de Grupo de Empresas Matutes.

Hasta ahora, Utor era el propietario del 57,5% de las acciones de Baleària. Según anunció ayer la naviera, «tras varios meses de cordial negociación» los dos socios han acordado «poner fin a su relación de más de 17 años». Así, Utor tendrá el dominio absoluto de la compañía.

Baleària y Grupo de Empresas Matutes destacan «su fluida, enriquecedora y fructífera relación, basada en la mutua confianza» tras casi dos décadas de caminar juntos al frente de la empresa con unos resultados de los que dicen «sentirse orgullosos y satisfechos» al haber contribuido a la consolidación de «la naviera líder en España», también un referente internacional en sostenibilidad y digitalización.

De esta manera, el eivissenc Grupo Matutes destinará esta desinversión al crecimiento de su negocio hotelero, Palladium Hotel Group. No ha trascendido el monto pagado por Utor a la familia Matutes.

Según declara el fundador de la naviera, creada en 1998, «se ha respondido adecuadamente a una nueva situación accionarial, y con el paso dado se refuerza la confianza en el proyecto compartido de Baleària». Utor también hace balance ya de 2021: «Hemos tenido un buen año, hemos superado la pandemia con éxito y afrontamos el futuro con renovada energía e ilusión».

Baleària cerró 2020 con más de 2,15 millones de pasajeros , lo que supuso su reducción a la mitad y un descenso del 24% en su facturación, que fue de 342 millones de euros, con unas pérdidas superiores a 15 millones a causa de la escasa actividad del tráfico de viajeros por la pandemia. En Balears se registró una caída de más del 30% del pasaje, con un comportamiento mejor en el caso de los vehículos.

La compañía transportó más de 5,7 millones de metros lineales de carga en los 29 buques de su flota. A pesar de las dificultades del año pasado por el desplome del sector turístico continuó con sus inversiones y la renovación de su flota.

Este año Baleària ha tenido que empezar a lidiar con la competencia entre las navieras en Balears en el transporte de viajeros y vehículos en el Mediterráneo occidental. En un mercado antes controlado por Baleària y Armas-Trasmediterránea (ahora Trasmed, en manos del Grupo Grimaldi que salió al rescate de la ‘Tras’) han llegado competidores como Grandi Navi Veloci (GNV), filial del gigante MSC, la alemana FRS y la francesa Corsica Ferries.