El regidor de Educación y Política Lingüística del Ayuntamiento de Palma, Llorenç Carrió, la historiadora Laura Miró y representantes de las asociaciones Jewish Mallorca, Comunidad Judía de Baleares, Mallorca Limud, Memòria de carrer, Instituto de Relaciones Culturales Balares-Israel y Arca Llegat Jueu han reivindicado la memoria de los judíos mallorquines víctimas de la Inquisición 330 años después del conocido como ‘sa Cremadissa’.

Laura Miró, autora de ‘La contemporaneitat xueta’, ha sido la encargada de recordar aquellos hechos que atentaron contra la libertad religiosa y que además supusieron la persecución de 37 ‘criptojudíos’ (judíos convertidos al cristianismo, pero que continuaban siguiendo el judaísmo a escondidas).

Según ha apuntado, el odio acabó desembocando contra sus descendentes y portadores de los apellidos Aguiló, Bonnín, Cortès, Forteza, Fuster, Martí, Miró, Picó, Pinya, Pomar, Segura, Tarongí, Valentí, Valleriola y Valls, aquellos que han sido considerados ‘xuetes’.

A partir de este momento, ha añadido, comienza una historia represiva que caló en la población. «La manipulación de la sociedad provocó la difusión de toda una serie de mitos que señalaron y los dejaron estigmatizados», ha explicado Miró, que havreivindicado la necesidad de investigación y dignificación de la cuestión ‘xueta’.

Por su parte, el regidor Carrió ha recalcado que Caterina Tarongí, Rafel Valls y Rafel Tarongí fueron «víctimas del odio y la ignorancia» y que hechos como aquel «no se pueden producir nunca más, en ninguna parte, contra nadie».