Después de que PSOE, Podemos y Más Madrid hayan decidido no volver a participar en debates electorales con Vox, a raíz del bronco debate en la SER que acabó con la salida de Pablo Iglesias, Més ha vuelto a abrir el debate sobre aplicar un cordón sanitario a la extrema derecha en Baleares. Una nueva invitación con la que sólo ha logrado atraer a Podemos, que ha defendido que "se tiene que hacer desde todos los ámbitos y en todos los sectores". PSOE, Ciudadanos o El Pi, que se han pronunciado, han rechazado aplicar ese cordón en el Parlament.

En medio del clima y de la espiral tensión por la campaña electoral en la Comunidad de Madrid y de que incluso la presidenta del Govern, Francina Armengol, recibiera amenazas a través de su perfil de Instagram, el número dos de Més, Josep Ferrà, ha vuelto a pedir a las formaciones sumarse a su cordón sanitario. De hecho, el diputado ecosoberanista ha tildado de "incoherencia" por parte de los partidos políticos, "especialmente aquellos progresistas", en alusión a PSOE y Podemos, "que decidan aplicar un cordón sanitario en los medios, pero no en las instituciones". "Algunas veces parece que a algunos les interesa confrontar con Vox porque sacan rédito", ha criticado el ecosoberanista. "Nosotros proponemos por tercera vez hacer un cordón sanitario a Vox también en las instituciones", ha vuelto a lanzar Ferrà ante los medios, toda vez que ha señalado que "no es suficiente, pero al menos sería un principio".

En esta línea, Més ha propuesto una mesa de diálogo con todas las fuerzas políticas y sociedad civil "para hacer frente a Vox y a la extrema derecha en general". El diputado ha destacado que en países como Suiza, se han puesto en marcha iniciativas comunes entre fuerzas políticas y entidades sociales para hacer frente a la extrema derecha "sin entrar en su marco de debate".

Si bien hasta la fecha no se ha sumado a la estrategia de Més, por la que no ha estado respondiendo a las intervenciones de Vox ni a sus iniciativas en la cámara, Podemos sí ha recogido hoy el guante. "El cordón sanitario a la extrema derecha se tiene que hacer desde todos los ámbitos y en todos los sectores", ha defendido la portavoz podemita, Esperança Sans. "Siguen los mismos pasos que hacía Hitler: hasta copian sus carteles electorales y sus mensajes de odio y segregación de la población", ha lamentado en declaraciones a los medios Sans.

"Al Parlament se viene a confrontar modelos ideológicos"

Por contra, el PSOE, que sí se ha abierto a reflexionar conjuntamente sobre la estrategia para frenar a la extrema derecha, ha rechazado aplicar el cordón sanitario en el Parlament. "En el Parlament no me represento a mi misma, sino a un grupo parlamentario elegido en las urnas y aquí se viene a parlamentar. Nuestra arma es la palabra y no confrontar sería ponerle alfombra roja a la extrema derecha", ha reflexionado la socialista Silvia Cano, que ha insistido en que en la cámara "se viene a confrontar modelos ideológicos diferentes".

"Saben perfectamente lo que pienso de Vox, que es un partido de ultraderecha al que no se puede blanquear, pero desde Ciudadanos no estamos a favor de ningún cordón sanitario, lo que no significa que no vayamos a rebatirles", defendió la portavoz liberal, Patricia Guasp. Desde El Pi, su portavoz Lina Pons, apostó por "ignorarlos", aunque recordó que si están en el Parlament es "porque los ciudadanos les han votado". El PP, que hasta la fecha siempre ha rechazado el cordón sanitario, no se pronunció ayer al respecto.

El líder de Vox, Jorge Campos, preguntó a qué se refería Ferrà al señalar que "si no es suficiente, ¿qué es lo siguiente?". Por otra parte el líder de la extrema derecha en las islas cuestionó como han hecho otros miembros de la formación la veracidad de las amenazas con balas a Pablo Iglesias: "Es muy lamentable que se envíen balar, si es que es cierto", pronunció, para cargar a continuación en que "más lamentable es que las disparen a la nuca de los políticos asesinados por ETA", de quien acusó a Més de ser "amigos".