Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Boulevard | El tren sube porque ha de pagar más «asesores» externos por incumplir el IVA

Un inspector de policía es el embajador en Mallorca del comisario Villarejo, que se presentó a un juez y abogado local como «agente encubierto» sin lograr engatusarle

Más de un perro se ha sobresaltado al leer el cartel, los dueños de canes orinadores en portal ajeno tienen dificultades intelectivas.

Muy mal has de hacerlo como ministro, para que te envíen de número dos de una candidatura provincial perdedora. Pedro Sánchez le ha dado un pasaporte vacunal piloto y un corredor seguro a Reyes Maroto, para que acabe de hundir la candidatura de Gabilondo. Como ni siquiera es candidata, sufrirá la humillación de viajar al limbo, porque en Babia ya está. La ausencia de la ministra del ramo es la gran oportunidad para la recuperación del turismo mallorquín.

Pablo Iglesias también se ausentó del Gobierno, y de las tertulias con Vox. Si se cruza con un especimen de la izquierda tradicional, plantéele este agudo dilema: Si no existiera Vox, y antes de que existiera Vox, sus votos se irían o iban al PP. ¿Prefiere usted la desaparición de Vox, que fortalecerá al PP? Y prepárese para contemplar los temblores socialistas. Por cierto, no sé a qué viene el escándalo ante la inmunización de altos cargos mallorquines, cuando el zoo de San Diego ha vacunado a sus gorilas contra la covid en una maniobra equivalente.

La Administración nunca dejará de asombrarnos. Serveis Ferroviaris de Mallorca otorga tres contratos por diez, cinco y cuatro mil euros respectivamente, para «asesoramiento y asistencia» frente a una inspección de Hacienda «sobre las obligaciones de SFM en el IVA» de 2016 y 2017. Los atribulados consumidores del tren, que ya son ganas, entenderán así mejor el sobrecargo encubierto de tarifas que denuncian.

Hay que pagar casi veinte mil euros a «asesores» externos, después de que los cargos internos yerren en el IVA según Hacienda. Los tres contratos se han adjudicado a Pricewaterhouse, y la primera reclamación ya se ha perdido a la espera de recurso. Solo a un profano puede sorprenderle que una empresa pública con 88 millones de presupuesto y 180 trabajadores precise ayuda externa. Según la SFM: «Hacienda inició expedientes a diversas empresas públicas, se optó por la contratación directa para dar continuidad, se han hecho contratos diferentes porque corresponden a objetos diferentes».

Un inspector de policía magníficamente residenciado fue el embajador en Mallorca del comisario Villarejo. Le ofreció los servicios a un importante bufete penalista de natación pero, sobre todo, intentó conquistar a un abogado y juez mallorquín con imponente cargo madrileño, ante quien se presentó como «agente encubierto». El aludido se olió la tostada, así que le expuso su extrañeza a un colega limpio del espía, uno de esos funcionarios que hablaban en 140 caracteres antes de que se inventara Twitter. Este le resumió su análisis en dos palabras:

-Sal corriendo.

Siguió el consejo. A continuación, Cursach pagó cientos de miles de euros a Villarejo, pero eso es otra historia.

La llaman la Mallorca del Caribe porque seis de cada diez habitaciones de la Riviera Maya mexicana se hallan en manos de hoteleros mallorquines. Imaginen pues la explosiva conjunción en esas tierras de Juan Carlos I, su primo Álvaro de Orleans (cobrador de comisiones, pagador de vuelos del Emérito), Villar Mir (expulsado de Son Espases y constructor del complejo Mayakoba, supuesto pagador), Allen Sanginés-Krause (magnate mexicano que abonó gastos varios de la Familia Real española), la familia Chico Pardo (nuevos dueños del Formentor, compradores finales del Mayakoba y alevines de George Soros formados junto a Carlos Slim, además de controlar el aeropuerto de Cancún) e Yves Bertossa (fiscal suizo que investiga todo lo anterior).

A propósito de la fiscalía, Juan Marsé dejó anotado el 30 de junio de 2026 en sus Notas para unas memorias que nunca escribiré: «El fiscal del caso Nóos, Pedro Horrach, descubre de pronto, durante su acusación a la infanta Cristina, que su verdadera vocación es la abogacía, y abandona la fiscalía y abre bufete de abogado en Palma de Mallorca». El aludido puede dar gracias, la mayoría de mallorquines salen peor parados en el libro. O no salen, que todavía es más grave.

En la imagen que hoy nos ilustra, apenas si cabe en su marco el discurso más largo de Palma contra los animales incívicos y sus mascotas. Más de un perro se ha sobresaltado tras acabar la dilatada lectura. Los dueños de canes orinadores en portal ajeno no atienden en cambio a la extensa invectiva, por sus acreditadas dificultades intelectivas.

Reflexión dominical vegetalista: «Es fácil saber si una persona es vegana, porque es lo primero que te dice».

Compartir el artículo

stats