Los bares y restaurantes con terrazas con tarima ubicadas en las plazas de aparcamiento no serán sancionados de momento por el ayuntamiento de Palma. El Consistorio ha emitido una instrucción policial relativa a la directriz que obliga a eliminar todas las estructuras de la calzada y por ahora se salvan de forma excepcional las más complejas mientras se dirimirá en cada caso si se pueden quedar, confirmaron ayer fuentes de Cort.

Esta semana se anunció que los bares y restaurantes debían retirar a más tardar el pasado viernes, las mesas y sillas situadas frente a sus establecimientos sobre la calzada por las nuevas restricciones que han cerrado estos negocios, excepto para pedidos, por la alta alerta de covid-19.

El teniente de alcalde de Participación Ciudadana y Gobierno Interior, Alberto Jarabo, puntualizó que la prórroga del decreto que permitía la instalación de mesas y sillas en el espacio ocupado para el estacionamiento de vehículos también establecía que estos elementos debían ser retirados en el plazo máximo de tres días en el caso de que la normativa sanitaria, como ocurre ahora desde el pasado miércoles, no permitiera que estos locales estuvieran abiertos ni que se sirviera en su exterior.

El Ayuntamiento comenzó a notificar a los establecimientos que permanecen abiertos con servicios para llevar y entregas a domicilio, que también deben retirar todos los elementos de sus terrazas incluidos los que ocupan los estacionamientos de las calles de Palma.

Ahora hay una instrucción policial en la que se solicita que no se levanten sanciones por el momento contra bares y restaurantes que no retiren sus terrazas en el caso de que estén sobre tarimas. Sigue siendo obligatorio desmontar las de estructuras ligeras o con otros elementos de limitación. Se irá evaluando caso por caso la complejidad de las que estén montadas en superficies elevadas y se decidirá así si se pueden quedar en la calzada o no, según confirmó Marcos Cañabate, director general de Gobierno Interior.