Víctor Sánchez Valle se ha convertido en el verdadero azote del Govern de Francina Armengol. El promotor de la manifestación prohibida de los restauradores del pasado martes, con cerca de 4.000 personas, llama a sus compañeros a “manifestarse y a ejercer la rebeldía pacífica”. Critica la reunión del pasado jueves, donde se les anunciaron ayudas de 1.500 euros por establecimiento y lo califica de “maniobra ruin y rastrera” del Govern para “taparnos la boca”.

En un nuevo vídeo publicado en sus perfiles de redes sociales y grabado en el interior de su restaurante vacío, Sánchez Valle asegura que “las ayudas no van a llegar a la gente que tiene problemas y yo no pararé hasta que lo que nos ofrezcan sea beneficioso para todos”. Es más, denuncia “que me han querido untar” para que callara. Vuelve a reclamar la condonación de deudas y critica al Govern por asegurar que “no es su chiringuito”.

El líder de los restauradores se refiere a la reunión mantenida con el conseller Iago Negueruela y asegura que “hubo mucha tensión y golpes sobre la mesa, pero lo que también hubo fue un par de huevos”. Añade en su vídeo que el encuentro para explicarles las ayudas, el Govern se lo tomó como “recibir al pobre desgraciado que está peleando”. Por este motivo, asegura: “Esto no va a acabar aquí, vamos a seguir ejerciendo nuestro derecho a manifestarnos y llamo a la rebeldía pacífica para defender nuestros derechos”.

También sale al paso de las acusaciones sobre su ideología de derechas: “No tenemos colores, a nosotros nos da igual, el PP, PSOE, Més o Vox. Es más, ninguno de ellos nos va a dar de comer, nos quitan el pan y por ello no vamos a consentir que se nos acuse de genocidios, somos la voz del pueblo que está cansado”.