Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Espeleólogos al rescate

La dirección de Emergencias ha conseguido la colaboración del Grupo Balear de Espeleosocorro en los accidentes en cuevas

Espeleólogos al rescate

Joaquín Pérez es el coordinador del Grupo Balear Espeleosocorro (en adelante GBE), equipo conformado por unos diez especialistas en cuevas dentro del seno de la Federación Balear de Espeleología, una actividad científicodeportiva que cuenta en las islas con unos 500 federados.

«El GBE se creó oficialmente hace dos años, en 2018, pero desde hace más tiempo, desde 2015, ya participamos en simulacros de rescate en cuevas organizados por los Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil y por los Bomberos de Mallorca», comienza el coordinador dejando bien claro que «somos un grupo de voluntarios que ayudaríamos en un operativo de este tipo, pero las decisiones sobre cómo actuar siempre las tomarán los responsables del GREIM o de los bomberos».

Foto del GBE con Joaquín Pérez situado el primero por la izquierda.

Su bagaje va creciendo porque desde ese ya lejano 2015 realizan un simulacro anual en alguna de las innumerables cuevas que hay en la Serra de Tramuntana. «No tenemos fondos propios y el material de rescate es muy caro», señala congratulándose de que la dirección general de Emergencias, anticipándose a un probable aumento de los accidentes de la mano del incremento de las actividades en el medio natural provocado por las restricciones pandémicas, haya cedido a la Federación a la que pertenecen diverso material entre el que destaca cuatro genéfonos.

Teléfonos bajo tierra

«Los genéfonos son teléfonos que se usan bajo tierra con un cable, que no precisan de batería y que no se ven afectados por la humedad. En definitiva, te garantizan la comunicación entre la cueva y el exterior», aclara a los profanos Pérez, que añade que también han recibido camillas, cuerdas, mosquetones, poleas…

Espeleólogos al rescate

Espeleólogos al rescate

«Nos facilitan el material y nos comprometemos a tener un equipo formado y entrenado a disposición del GREIM y de los Bomberos de Mallorca, que son los que coordinarán el operativo», reitera el especialista.

Preguntado sobre si han colaborado con estos grupos en algún rescate «real», Pérez responde que sí aunque se remite a la intervención realizada para rescatar a Xisco Gràcia, un espeleobuceador que tuvo un accidente en la Cova de sa Piqueta de Porto Cristo en la Semana Santa de 2017.

En un angustioso operativo, Gràcia, que había sufrido un accidente con una bombona de oxígeno que le había obligado a refugiarse en una cavidad a cuarenta metros de profundidad y situada a un kilómetro de la salida de la cueva, fue finalmente rescatado la madrugada de un lunes tras permanecer cerca de 60 horas en esa angustiosa situación.

Espeleólogos al rescate

Medio muy hostil

«En estos operativos se precisa de la intervención de muchas personas, no menos de 50 o 60, porque se trabaja en un medio muy hostil, con zonas muy estrechas en las que se llega a requerir la intervención de hasta seis especialistas para conseguir mover la camilla. Por no hablar de los brazos que son necesarios para subir una camilla con un accidentado por un pozo completamente vertical», intenta hacer comprender las dificultades que se tienen que superar para conseguir extraer de estas oquedades a una persona accidentada.

Espeleología «sin cuerdas»

Aunque poco habituales porque en Mallorca hay afición a una espeleología «sin cuerdas», Pérez revela que tan solo dos de cada diez federados se adentran en cuevas de mayor complejidad, el GBE se encuentra preparado para actuar en estos percances.

Espeleólogos al rescate

«Entrenamos una vez por semana en las instalaciones de la Federación en el Palma Arena. Entrenamientos que consisten básicamente en movimientos verticales y horizontales con camillas. Y también realizamos diez prácticas anuales en el exterior”, asegura declarando de esta manera al grupo que coordina preparado para ayudar en un rescate.

Preguntado cómo se debe actuar en caso de sufrir un accidente, el especialista explica que aunque la temperatura en las cuevas se mantiene constante entre los 18 y los 19 grados, la humedad presente en todas ellas te puede proporcionar una mala experiencia.

En un punto caliente

Por eso Joaquín Pérez recomienda que, en caso de accidente, se mantenga caliente al herido. «Si te quedas parado, la humedad se te mete en el cuerpo y acabas enfriándote. Por eso lo primero que hay que hacer es colocar al herido en un punto caliente, arroparle todo lo que puedas y salir a movilizar a los equipos de emergencia. No intentes sacarle por tu cuenta porque puedes complicar más las cosas. En un accidente en una cueva, muchas veces es mejor no hacer nada».

«Tenemos un listado de todas las cavidades con sus coordenadas de ubicación. Y cada año revisitamos y reequipamos unas cuarenta, las más importantes, en las que revisamos los anclajes ya puestos o ponemos algunos nuevos», explica este enamorado de la Espeleología que anima a visitar dos de las oquedades más famosas y espectaculares de Mallorca: la Cova de sa Campana situada al lado de sa Calobra y que con su desnivel de 358 metros es la más profunda de la isla. O el impresionante pozo de 280 metros del Avenc des Puig Caragoler.

Para concluir, el coordinador del GBE recomienda no adentrarse en cuevas sin tener conocimientos de Espeleología, que antes de meterse en una se recoja información detallada sobre la misma y que se respete el medio, que dejen la cueva tal y como se la encontraron.

La cueva más bonita del mundo 

Espeleólogos al rescate

La impresionante cueva de la foto superior, la famosa Cova des Pas de Vallgornera, en el término municipal de Llucmajor y que Pérez no duda en calificar «como una de las más bonitas del mundo», se halla protegida por la figura de Lugar de Interés Comunitario (LIC) y su acceso está, lógicamente, muy restringido.

Compartir el artículo

stats