Instituciones Penitenciarias ha acordado trasladar de la cárcel de Córdoba a la de Pamplona al preso de ETA Javier Pérez Aldunate, que cumple una condena de 41 años de prisión desde el año 2006 y ha sido calificado en tercer grado, informa Efe.

Entre otros delitos, Pérez Aldunate, fue condenado por recabar información para matar al rey Juan Carlos en Mallorca en la Semana Santa de 2004, contra quien finalmente no pudo atentar porque supuestamente no recibió a tiempo el rifle con el que planeaba dispararle. La sentencia consideró probado que Pérez Aldunate recibió en abril de 2004 la orden de trasladarse a Palma para realizar una vigilancia sobre los lugares frecuentados por el Rey durante su estancia en la Semana Santa. Finalmente, el etarra no pudo llevar a cabo el plan de la organización terrorista al no recibir el arma con que perpetrar el asesinato.

Tras ser detenido en febrero de 2005, reconoció ante la Guardia Civil que estuvo un mes y medio en Palma recopilando información sobre los lugares frecuentados por el Rey.

Pérez Aldunate, activista liberado que fue adiestrado como francotirador, recibió, con anterioridad al mes de abril del 2004, la orden de ETA de trasladarse desde Francia a Barcelona y de allí a Palma con el objetivo de hacer los seguimientos y vigilancias correspondientes en los lugares frecuentados por don Juan Carlos. Finalmente, después de estar en Mallorca desde el 6 de abril hasta el 12 de mayo, "no pudo llevar a efecto el plan trazado" y recibió la orden de regresar a Francia.

El etarra acechó al jefe del Estado cuando este asistió a las eliminatorias de la Copa Davis, celebradas en la plaza de toros de Palma los días 9, 10 y 11 de abril del 2004, un mes después de la matanza del 11-M en Madrid. Se alojó en el hotel Colón, próximo a la plaza de toros, pero no pudo consumar su plan. ETA bautizó el proyecto de matar al Rey con un misil tierra-aire como "operación Aguja".

Fue detenido en febrero del 2005 Basauri (Vizcaya). En el domicilio de Pérez Aldunate se intervinieron, entre otros efectos, un rifle desmontable, una pistola y 30 cartuchos, todos ellos en perfecto estado de conservación y funcionamiento, además de documentación sobre los seguimientos y vigilancias a muchos políticos vascos y fuerzas de seguridad, especialmente del parlamentario del PP Leopoldo Barreda y los miembros de la Guardia Civil de la Comandancia de La Salve (Bilbao).

Nueve años antes, 1995 la Policía polícía ya había frustrado otro intento de atentado contra el Rey en Mallorca, al detener a Juan José Rego Vidal, su hijo Iñaki y José María Sertucha, que planeaban disparar contra don Juan Carlos con un rifle desde un piso de la calle Rafaeletas, en el barrio palmesano de Portopí, con vistas panorámicas sobre el atraque del yate real Fortuna.