De delegado del Gobierno a delegado sindical del Simebal. Tras un periodo dedicado a la actividad política en múltiples desempeños, Ramon Socías lleva desde el año 2012 ejerciendo su profesión de médico pasando consulta en la unidad básica de salud de Palmanyola. Afirma que ha decidido dedicarse a labores sindicales para ayudar a salir a la Atención Primaria del momento crítico en el que se encuentra.
¿Desde cuándo ejerce como médico?
Dejé delegación del Gobierno el 3 de enero de 2012 y desde entonces, tras un reciclaje, estoy pasando consulta en la unidad básica de salud de Palmanyola excepto cuando se cerraron estos dispositivos porque no podían mantener dos circuitos diferenciados por la pandemia y pasamos a reforzar el centro de salud madre.
¿No fue elegido diputado al Congreso por el PSOE?
Sí, pero fue en 2015, el año de las legislaturas fallidas y tan solo fue un paréntesis de unos seis meses porque decidí no volver a presentarme.
¿Cuál ha sido la causa de que haya decidido fichar como delegado del sindicato médico?
Para recuperar la dignidad de la Atención Primaria, que se encuentra en un momento crucial. Desde hace unos años se ha burocratizado en exceso y ahora, con la pandemia, la situación se ha vuelto más complicada. Por eso pienso que es necesario que nos impliquemos todos para que vuelva a ser lo que era.
¿Qué está provocando la covid en los centros de salud?
La covid se lo come todo. Hemos dejado de hacer el seguimiento a pacientes crónicos con diabetes o hipertensión. Con la atención telefónica se ha perdido este seguimiento.
¿Y qué pretende conseguir?
Salir de esta crisis con una Atención Primaria más reforzada y con una mejor valoración de nuestro trabajo.
¿Cómo se encuentra?
Muy mal. Aquí faltan unos 100 médicos de familia y los que estamos trabajando tenemos adjudicadas 1.700 tarjetas sanitarias cada uno, la cifra más alta del país. Y el problema es que las condiciones laborales que se nos ofrecen son muy inferiores a las de los países de nuestro entorno, lo que ha provocado la fuga de 17.000 médicos formados aquí con los que este país estaría en una situación más desahogada.
¿No cree que estas reivindicaciones le van a enfrentar con sus antiguos correligionarios socialistas?
No lo creo porque Gómez (Patricia, la consellera de Salud) y Juli (Fuster, director del IB-Salut) proceden y han trabajado en Primaria y conocen los problemas que la aquejan. El sindicato médico no tiene que verse como un enemigo del Govern.
¿Sigue teniendo carnet socialista?
Sigo siendo del partido y sigo votándole.
¿Será un liberado sindical?
No. Tendré mis tres o cuatro días mensuales para estas tareas, pero seguiré trabajando hasta mi jubilación.
