Los seis magistrados de la sección primera de la Audiencia Provincial han pedido no juzgar el caso Cursach por estar contaminados. Los jueces, que debían formar sala para enjuiciar la pieza principal del asunto, argumentan que todos ellos han dictado desde que en 2014 comenzó la investigación más de 150 autos sobre esta macrocausa, lo que compromete su "apariencia de imparcialidad objetiva". En un informe firmado hoy, los seis consideran que deben abstener en este procedimiento. En el escrito, califican la instrucción de "galimatías" y sostienen que "ha generado un volumen de la causa inaudito y muy difícil de seguir". El presidente de la Audiencia deberá resolver ahora quién asume el caso, en el que Cursach y otras 23 personas se sentarán en el banquillo acusados de graves delitos.

El documento, firmado por los magistrados Rocío Martín, Jaime Tártalo, Samantha Romero, Gemma Robles, Elenor Moyá y Cristina Díaz y al que ha tenido acceso este diario, señala que concurre en todos ellos la causa de abstención prevista en la Ley Orgánica del Poder Judicial por "tener interés directo o indirecto en el pleito desde la perspectiva de la pérdida de imparcialidad objetiva". Los jueces señalan que no pueden afrontar el juicio que ha recaído en su sección porque desde el inicio de la investigación, hace ahora seis años, han dictado 158 autos de apelación de este procedimiento. Por ello, dicen, han tenido "conocimiento de lo actuado en sede de instrucción" y han dictado resoluciones relativas a diligencias de investigación, nulidades de resoluciones, peticiones de nulidad, medidas cautelares, así como de la recusación del juez Manuel Penalva, el principal instructor del caso actualmente apartado e imputado por presuntas irregularidades.

El informe expone que el "galimatías de instrucción" ha obligado a los magistrados a resolver algunas cuestiones en pleno para evitar resoluciones contradictorias y añade que el volumen "inaudito" de la causa la hace "muy difícil de seguir". Los jueces de la sección primera inciden en que las "especiales circunstancias de esta instrucción y sus incidentes" le ha llevado a supervisar la investigación respecto a "resoluciones de notable relevancia", por lo que han debido adentrarse "en los indicios contra varios investigados". "Nos nos hallamos ante un control aislado de un acto puntual de la fase de instrucción, sino ante diferentes controles en los que la sección ha tenido que formar criterio y dar respuesta a los recursos interpuestos", agregan.

Los firmantes citan en el documento diversas sentencias del Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional para apuntalar sus argumentos, con los que pretenden quedar exentos de asumir el juicio principal del caso Cursach. El magnate se enfrenta a una petición de ocho años de prisión por varios delitos, como supuesto líder de una trama mafiosa. Junto a él deben sentarse en el banquillo sus principales colaboradores y numerosos policías locales acusados de maniobrar para beneficiar al empresario.