La fusión en la que están trabajando CaixaBank y Bankia abocará al cierre de decenas de sucursales en Balears. Será la consecuencia más práctica y visible de esta operación en el sector financiero para el archipiélago, en el que ambas entidades suman más de la mitad de la cuota de mercado y el 72 por ciento de las oficinas con 280 entre las dos, algunas condenadas ahora a desaparecer.

Los números de ambas entidades en la isla dan idea de la magnitud de su operación. CaixaBank, marca actual de lo que históricamente se ha conocido como La Caixa, cuenta en las islas con 144 oficinas, siendo la primera red del archipiélago a pesar de haber cerrado en enero de 2019 en una reestructuración 25 de sus oficinas. Por su parte, Bankia, que absorbió las oficinas de BMN, en que previamente se había visto integrada la antigua caja balear Sa Nostra, con oficinas por toda la geografía de las islas, cuenta con la segunda red de oficinas, con 136, después de haber cerrado nueve también durante 2019.

De esta manera, entre ambas, suman 280 oficinas, el 72 por ciento de las oficinas bancarias de las islas y más de la mitad de la cuota del mercado financiero en las islas.

“Todas las fusiones empresariales son una manera de ganar volumen de negocio cuando ese volumen baja”, explica esta operación el economista y presidente de la Fundación Impulsa, Antoni Riera, que ve la operación de fusión como una respuesta a la actual crisis económica derivada de la crisis sanitaria del coronavirus. “Con la crisis, con una economía menor, hay menos créditos y menos operaciones”, apunta: “La covid

Según analiza Riera, esta operación permite a ambas entidades “mantener beneficios y ganar en eficiencia reduciendo gastos”, algo para lo que, apunta, “efectivamente habrá cierre de algunas oficinas donde hoy existen duplicidades”, sin embargo, advierte: “Como también habrá más trabajo, no significa que vayan a reducirse a la mitad, pero sí se reducirán”, advierte Riera, que no obstante, lo que no ve es un problema de competencia.

Desde los sindicatos mayoritarios en los dos comités de empresa de CaixaBank y Bankia han recibido la información de la operación con pesimismo. Desde el Sindicato Independiente de Balears (SIB), mayoritario en CaixaBank, admiten que no es una noticia positiva, pero esperan a tener más información para valorarlo. Mientras, desde el sindicato Unió Obrera Balear (UOB), emitieron un comunicado en el que ya avisan que “si nadie pone remedio” el resultado será “más paro, menos oficinas de atención a la ciudadanía, menos competencia y un peor servicio”.

“Con esta operación, el Estado conseguiría reducir considerablemente su participación accionarial en la entidad resultante”, valora el sindicato, que se pregunta si el Gobierno “ha pensado en las plantillas y en la clientela”. “Durante los años pasados, las dos entidades y todas sus predecesoras, también BMN y Sa Nostra, han cerrado una cantidad ingente de oficinas de atención al público”, recuerdan: “Los servicios centrales han sufrido una drástica reducción y el coste laboral ha sido inmenso”, denuncian, augurando que este será el resultado de la nueva fusión.

UOB pide apoyo al Govern

Por ello, desde UOB reclaman al Govern implicarse ante esta operación. “Emplazamos al Govern a tomar posición en favor de los trabajadores y de las entidades afectadas y a ser proactivos y no reactivos para evitar un nuevo desastre laboral y social”. Desde el Govern, por el momento se considera muy pronto para valorar la operación cuando aún está en proceso.

Desde el sindicato mayoritario en el comité de empresa de Bankia emplazaron también en su comunicado a la dirección de la entidad a dar información a los sindicatos con representación en la empresa.