"Si hay una cosa de la que me siento especialmente orgulloso es de la calidad de la Atención Primaria de la sanidad pública de las Illes Balears". De esta manera comienza una conciliadora carta abierta del director general del Servei de Salut, Juli Fuster, a este nivel asistencial con la que pretende rebajar el nivel de crispación existente por los cambios en la manera de trabajar y por la endémica falta de personal y sobrecarga asistencial que padecen los centros de salud.

Antes de remitir a un delegado sindical de Primaria, el presidente del sindicato médico (Simebal), Miguel Lázaro, ya concluye que "se está volviendo a la ambulatorización de la Atención Primaria de hace veinte años, la Medicina ya no se practica de forma presencial".

El presidente del Simebal apunta al que es otro de los déficits estructurales de este nivel asistencial: la carencia de personal por falta de buenas condiciones contractuales para trabajar en Balears. Este hecho habría provocado, en palabras de Lázaro, que tan solo 7 de los últimos 21 médicos de familia formados en los centros de salud y hospitales de esta comunidad durante los últimos cuatro años han decidido quedarse al término de su etapa Mir.

"Un sinvivir"

"Entramos a las ocho de la mañana y salimos a las tantas. Y desde que entramos es un no parar y un sinvivir", comienza el doctor Vicente Reyes, delegado sindical del Simebal en Atención Primaria. Un facultativo valenciano que decidió formarse y trabajar en Balears por el "orgullo de la Primaria en las islas, que era mucho más resolutiva que la de Valencia. Por eso me decidí a formarme y a trabajar aquí, porque el nivel era extraordinario. Lamentablemente, de todo aquello ya queda muy poco", deplora señalando que ahora su rutina cotidiana se asemeja más a lo que se hacía antiguamente en los consultorios.

"Buscamos evitar que el centro de salud sea un foco de contagio, intentando solucionar cosas por teléfono para que los pacientes no tengan que venir y exponerse y exponernos a una infección", resume su actividad diaria el doctor Reyes antes de confesarse aliviado porque, al menos ahora, sí disponen de equipos de protección individual para sustraerse a un contagio.

Tras el desconfinamiento, la vida retoma poco a poco su antigua normalidad y las visitas presenciales de pacientes a los centros de salud son cada vez más frecuentes. "Es posible que no veamos a tanta gente como antes, pero la sensación es que estamos atropellados de trabajo. Desde que entramos no paramos de devolver llamadas a pacientes, de hacer papeleos y de concertar citas para la toma de muestras para PCR. Antes sabías que tenías unos pacientes en la sala de espera e ibas haciendo hasta que terminabas. Ahora, con las llamadas, la sensación es como si sacaras el trabajo de un cubo sin fondo que nunca se acaba", concluye este facultativo recordando que el malestar ha crecido con el recorte del 2% en su salario decidido recientemente y por ser una de las pocas CC AA que no ha reconocido el esfuerzo de su personal sanitario con un complemento covid.

Ocho de cada diez

Otro médico de cabecera, que prefiere mantener el anonimato, habla de "agotamiento psicofísico" debido a que, después de lo más duro de la pandemia, ahora están atendiendo a un cada vez mayor número de pacientes presenciales que se suman a las llamadas telefónicas que han de atender y las pruebas PCR que deben tramitar. No obstante, matiza que actualmente el 80% de las consultas se siguen resolviendo de manera telefónica o telemática mientras que, a lo sumo, el 20% restante se solventa en el domicilio del paciente o haciéndole ir hasta el centro de salud.

La congelación de los complementos a costa de la subida del 2% salarial sumada a la sobrecarga de trabajo por la aparición de brotes de la enfermedad y a la posibilidad de una suspensión de vacaciones y permisos ante la llegada de una segunda oleada de la pandemia, convierten a todos y a cada uno de los centros de salud de las islas en pequeños polvorines a punto de estallar.

El dato

"La gran cantidad de positivos diarios de los últimos días, no deja a los CS (Centros de Salud) realizar bien su trabajo, también sabemos el esfuerzo que estáis realizando en la asistencia a los pacientes No CoVid y CoVid, con las dificultades de líneas telefónicas, gran demanda con cita y sin cita, etcétera". Con este preámbulo, un responsable de Primaria se dirige a los profesionales de Primaria agradeciéndoles su esfuerzo en "esta fase tan complicada" y adelantándoles próximas medidas "para adaptarnos a la nueva situación" antes de pasarles la carta de Juli Fuster.