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La ocupación turística en julio solo alcanza el 37 por ciento

La patronal cree que este año no se obtendrán beneficios, pero que se debe ir trabajando para mejorar las cifras de la temporada que viene

Este año se esperan muy pocos turistas en Mallorca. m. mielniezuk

El nivel de ocupación de este mes de julio en la zona turística de la Platja de Palma solo alcanza el 37 por ciento, una cifra muy baja con respecto a temporadas anteriores. La pandemia sanitaria y el estado de alarma decretado ha supuesto un duro revés para el sector turístico de Balears, que este año no confía en obtener ganancias económicas.

Estas cifras las anunció ayer la presidenta de la Asociación Hotelera Platja de Palma, Isabel Vidal, que señaló que incluso el próximo mes, según los datos que están manejando hasta este momento, la ocupación va a bajar dos puntos. Es decir, el porcentaje de camas ocupadas será solo del 35 por ciento. Los hoteleros de esta zona confían en que septiembre se convierta en el mejor mes de la temporada, ya que se calcula que las cifras de ocupación pueden alcanzar el 42 por ciento. Octubre, en cambio, dado que este año está previsto prolongar la temporada como consecuencia de los acontecimientos sanitarios, el nivel de ocupación se situará alrededor del 30 por ciento.

La planta hotelera de la principal zona turística de Palma está funcionando a medio gas, pese a que ya han transcurrido dos semanas desde el inicio de la temporada. En estas fechas más de la mitad de los establecimientos continúan cerrados, debido a que los empresarios han calculado que no les es rentable abrir este año por la falta de perspectivas de negocio. En concreto, de los 110 hoteles que forman parte de esta asociación, solo han abierto el 47 por ciento. Sin embargo, según anunció Vidal, hay algunos establecimientos que tienen previsto abrir a final de mes.

Por su parte, José Antonio Fernández de Alarcón señaló el enorme esfuerzo que han realizado los hoteleros de la zona para cumplir los requisitos sanitarios. Recordó que un hotel de esta zona participó en el plan piloto que autorizó el Gobierno para recibir a los primeros turistas, tras levantarse el estado de alarma. Un plan que sirvió para demostrar que Mallorca era un destino sanitariamente seguro, por lo que criticó las consecuencias negativas que ha supuesto las grabaciones de concentraciones que han llegado al extranjero.

El vicepresidente de la patronal recordó que las autoridades de otros países han pedido explicaciones al gobierno balear por esta situación, y recordó que los alemanes incluso han amenazado con confinar a sus compatriotas si estas situaciones se vuelven a repetir. "Hay que emitir señales positivas y demostrar que en Mallorca somos expertos en turismo. No solo nos jugamos esta temporada, que está casi perdida, sino que sobre todo nos jugamos las próximas", señaló el vicepresidente de la patronal.

Ante la pregunta de si los hoteleros rechazaban según qué tipo de clientes, Isabel Vidal explicó que no se trataba de descartar un tipo de turismo concreto, sino que lo que hay que hacer es controlar el tipo de servicio que se les ofrece.

Lenta llegada

Por otra parte, tal y como se informó ayer en este diario, la presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, María Frontera, señaló en una entrevista con la Agencia Efe que la pandemia ha dejado a los hoteleros con una sensación constante de incertidumbre, que les empuja a ser "camaleónicos". Anunció que en Mallorca, un 15 de los hoteles no abrirá esta temporada, en la que los turistas llegan "de forma muy lenta" y se irán distribuyendo por los 6 de cada 10 hoteles que tienen previsto reiniciar su actividad este mes. Sobre el uso obligatorio de la mascarilla, que fue criticado, Frontera le dio que le parece bien que se imponga en núcleos urbanos.

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