Nunca Mallorca estuvo tan lejos de Madrid. El ritmo descompasado dentro del Ejecutivo de Pedro Sánchez, con sus mensajes contradictorios sobre la apertura al turismo internacional o no, el baile de fechas que tienen desconcertado al sector turístico y a los mercados emisores europeos, y sobre todo al Consolat de Mar, llevan a que la isla siga cerrada a cal y canto a recibir a los primeros alemanes para ensayar las vacaciones de la nueva normalidad.

El veto de España a los visitantes extranjeros hace imposible echar andar el corredor turístico con Alemania.

Mientras, el país germano respondió ayer abriendo la posibilidad de que sus ciudadanos viajen por Europa desde mediados de junio, menos a la isla. Por las restricciones del inquilino de La Moncloa a los planes de Francina Armengol, que solo está rogando arrancar con el corredor turístico seguro.arrancar con el corredor turístico seguro

Alemania anunciaba ayer que levanta la restricción para que sus ciudadanos puedan viajar al extranjero a partir del 15 de junio. Pero a Mallorca no podrán venir, a pesar de que según los planes del Ejecutivo de Francina Armengol para esa fecha ya tendríamos que tener en la isla a un millar, dos o los que se supone que tendría que haber aprobado ya Madrid. La presidenta sigue esperando una llamada de Moncloa que no llega. Ni aprobación del plan piloto, ni flexibilidad para los ERTE para que los empresarios puedan empezar a liberar a trabajadores de los expedientes de regulación de empleo y abrir hoteles. Pimem reclamó ayer ERTE turísticos.

Francina Armengol y Iago Negueruela no levantan cabeza ante las restricciones impuestas desde Madrid. Lo mismo los hoteleros. Tanto la presidenta del Govern como el conseller de Turismo, y todos los agentes implicados en echar a andar una economía que se desangra no ven la luz, por mucho que se estén desviviendo en encuentros bilaterales con el sector turístico alemán. O la reunión del martes entre el embajador del país germano, Wolfgang Dold y Armengol y Negueruela.

El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, anunció ayer que Alemania levanta el día 15 de este mes la recomendación de no viajar al extranjero por la pandemia pero la mantendrá todavía para España - y Noruega-, hasta que termine el estado de alarma.

De todas formas, Alemania también se cura en salud. No prohíbe que los alemanes viajen este verano, pero tampoco las indicaciones que se harán a partir de ahora sobre cada país deben entenderse como una "invitación" a salir.

"Debemos evitar"que la reactivación del turismo "desemboque en una segunda oleada" porque la pandemia sigue ahí, informó EFE. Ante un rebrote de coronavirus en Mallorca, la isla tendrá que despedirse de recibir los escasos alemanes que se decidan a venir a pasar unas vacaciones con limitaciones y distanciamiento como norma.

Tampoco el ministro de Exteriores alemán está dispuesto a organizar otra repatriación más, tras la de la quiebra de Thomas Cook en septiembre , y la de marzo por la pandemia.

En medio de esta zozobra, ayer abrió la boca José Ramón Bauzá para denunciar ante la Comisión Europea el boicot hacia el turismo en Balears por parte del Gobierno alemán. Cuando Ciudadanos se entiende con los socialistas en Madrid, el eurodiputado naranja mallorquín, portavoz de turismo del grupo liberal Renew Europe en el Parlamento Europeo, critica "el arrinconamiento sistemático por parte de las autoridades alemanas a España", por la recomendación del ministro de Exteriores alemán de no viajar aquí. Solo le faltaba a Armengol que el expresidente popular acuse de "discriminación, no basada en absoluto en criterios sanitarios" a Alemania.

Bauzá está preocupado porque en Balears "se estima una caída del 95% de las reservas turísticas " y echa la culpa a las autoridades alemanas de la crisis que enfrentamos por la dependencia del turismo internacional. Dice que la medida germana es "injusta" para "los miles de ciudadanos alemanes que tienen su residencia en Balears y Canarias".

Por otro lado, en el archipiélago blindado se ha impedido la entrada a 68 pasajeros durante el estado de alarma: 30 viajeros en los aeropuertos y 38 en los puertos. No pudieron acreditar el motivo de sus trayectos y fueron deportados a sus lugares de origen. El martes vinieron a Palma ocho pasajeros de un vuelo internacional que tendrán que pasar la cuarentena de 14 días.

Una buena noticia. La aceleradora de startups de la industria turística Agora Next Hub anunció ayer el lanzamiento de la plataforma Track Journey Assistant de inteligencia artificial sin contacto y tecnología biométrica para garantizar destinos turísticos seguros. Tendrá como prueba piloto la conexión Alemania-Balears.