Desde Bruselas llegó ayer la noticia que empresarios y Govern esperaban como agua de mayo. "Una apuesta decidida y firme por reactivar la industria", valoró la patronal hotelera. El visto bueno de la UE a que se abran las fronteras al turismo de forma gradual, lo que permitiría que el Govern siga con el proyecto de establecer un corredor con Alemania. Balears se juega todo en la defensa que hace la UE de reactivar la movilidad entre zonas con similar situación epidemiológica. Lo mismo que se propugna desde el Consolat de Mar y desde el sector.

Desde la Comisión Europea solo llegan recomendaciones, a las que se aferró ayer la presidenta, Francina Armengol. Y a un hecho irrefutable: se tiene que recuperar el derecho a la movilidad de los ciudadanos europeos ahora cercenado por la oleada de cierres de fronteras y cuarentenas para los viajeros internacionales.

Para que el archipiélago pueda ensayar el turismo de la nueva normalidad, con pruebas piloto que pretende iniciar el Govern a finales de junio, necesita el apoyo no solo de la ministra Reyes Maroto, sino del Gobierno central en bloque. El mismo que le ha hecho un traje con la imposición de la cuarentena para los viajeros internacionalesimposición de la cuarentena para los viajeros internacionales, de lo que la presidenta socialista enteró por el BOE.

Armengol insistió ayer, -tras el Consell de Govern que aprobó de urgencia el decreto que permitirá ampliar a los hoteles su superficie y reactivar la actividad económica- en que Balears se prepara para abrirse "de forma segura cuanto antes posible" al turismo nacional y el internacional, sin el que las islas están abocadas a la ruina. Remarcó que los hoteleros están llevando a cabo "un trabajo enorme para tener preparadas sus instalaciones" de acuerdo con el alud de protocolos de seguridad sanitaria que hay en marcha.

Reapertura gradual europea

"Necesitamos que los aeropuertos internacionales abran de forma segura, protocolos europeos y poder hacer incluso pruebas pilotos en junio", clamó la presidenta balear.

La Comisión Europea presentó ayer su propuesta para la reapertura gradual de sus fronteras al turismo europeo este verano. Sus recomendaciones fijan un protocolo en tres fases, a partir del desconfinamiento que, tímidamente y hasta ahora de una forma descoordinada, está empezando en los Estados miembros.

Para llegar al fin de los controles fronterizos que están estrangulando a las aerolíneas y el resto de la industria turística -la cual contribuye con un 10 % al PIB de Europa, el destino líder mundial, y en el que se emplea a unos 27 millones de trabajadores, entre grandes empresas y pymes-, los comisarios europeos plantean un protocolo en tres fases. Pasa por una etapa intermedia en la que sea posible viajar entre esos corredores sanitarios seguros en los que Balears quiere despuntar.

El plan de Bruselas permitiría retroceder en caso de que la pandemia volviera a rebrotar con virulencia. Pero este verano, como han recordado los comisarios, no va a ser "como los demás". Dominarán los criterios epidemiológicos y para salvar parte de la temporada los turistas deberán someterse a medidas de contención y evitar aglomeraciones en unas vacaciones con el distanciamiento físico por norma.

En la capital europea también se anunció el proyecto de un mapa interactivo con información en tiempo real que recoja la situación epidemiológica en cada Estado miembro, las medidas de protección, restricciones en los puntos turísticos y otros datos que los turistas puedan consultar durante su viaje para recibir alertas en caso de repuntes de la epidemia. Para esta iniciativa se defiende el uso de aplicaciones móviles para hacer rastreos con datos de forma voluntaria y anónima.

En medio de estas extrañas vacaciones que se plantean hay que recuperar la confianza del turista para que vuelva a viajar. Clientes que ahora mismo pelean para recuperar las vacaciones o viajes que ya habían pagado. En este sentido, desde la UE se jugó ayer entre la defensa de los derechos del consumidor para que se garanticen los reembolsos y el guiño a la industria para que aerolíneas u otros operadores hagan "más atractivos" los bonos que están ofreciendo. Para ello sugieren que se pongan en marcha avales públicos que garanticen al turista que no perderá lo invertido en casos de quiebras.

María Frontera, presidenta de la FEHM, considera que el archipiélago "está preparado" para el turismo por ser "un destino seguro" y todo el trabajo que están haciendo los empresarios.

Exceltur calificó de "soplo de aire fresco" el mensaje de Bruselas y el apoyo que supone para que Mallorca siga con sus planes del corredor turístico. El lobby rechaza la cuarenta de los viajeros (la UE no recomienda esa medida), la CAEB denuncia que va contra la recuperación del sector y el PP criticó que se haya impuesto "sin dialogo ni consenso previo con" las CCAA".