Como el resto de actividades que se pondrán en marcha con el inicio de la fase 1 de las cuatro en que se compone la desescalada anunciada el pasado martes por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, las iglesias se preparan para abrir sus puertas a partir del 11 de mayo. Lo harán de manera modesta, ocupando los feligreses un tercio de la capacidad de la parroquia a la que acudan, con eucaristías dominicales y diarias. Esta fase, como el resto, se prolongará durante quince días, hasta el lunes 25 de mayo.
No será hasta la fase 2, el 25 de mayo, cuando las iglesias se podrán ocupar al cincuenta por ciento de su capacidad. Se restablecerán los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral con los criterios organizativos y sanitarios -mitad del aforo, higiene, distancia de seguridad- , una medida que durará en el tiempo hasta el 25 de junio, un mes justo, cuando se inicie la "nueva normalidad", como se ha dado en llamar desde el Gobierno al fin de las medidas y del estado de alarma que rige desde el pasado 14 de marzo.
A la espera de que se puedan aplicar todas estas medidas, los sacerdotes, aunque en menor medida, han seguido celebrando misas a los feligreses de sus respectivas parroquias.
Según informan desde el Obispado, que está ultimando estos días la forma en que se procederá al inicio de la desescalada, algunos sacerdotes han oficiado misas por streaming o Facebook, de forma muy casera, pero que han servido para cubrir las necesidades de los parroquianos. Tampoco ha faltado la tradicional misa del Obispo de Mallorca Sebastià Taltavull en la Catedral de Palma, que se celebra sin fieles cada domingo por la mañana, y ofrecida por el canal autonómico IB3 Televisió. No será hasta el domingo 17 de mayo cuando, después de dos meses de confinamiento, el obispo podrá celebrar la misa con fieles en la iglesia, que podrán ocupar hasta un tercio de su capacidad.
La iglesia no es ajena a la crisis económica que genera la pandemia del coronavirus. Aunque tiene otras fuentes de recaudación, una de las principales es el de las colectas durante las misas, que al no celebrarse ha desaparecido esa fuente de ingresos.
De forma general, se recomienda que en el templo los fieles hagan uso de mascarilla y, si es posible, también de guantes; las pilas de agua bendita continuarán vacías; las puertas de las iglesias se mantendrán abiertas a la entrada y salida para no tener que tocar manillas o pomos y se señalizará en el interior del templo "la manera de desplazarse de los fieles".
A ser posible, los pasillos deberían tener un solo sentido de desplazamiento, y se recomienda marcar la fila de la Comunión sobre el pavimento, así como desinfectar bancos y objetos litúrgicos. Respecto a la Eucaristía se recomienda celebrar misas para niños y sus padres, a fin de evitar contagios a personas mayores, no pasar el cestillo de la colecta (colocarlo en un sitio fijo) y no responder al párroco en la Comunión.
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