Salud dice haber analizado antes a los que usaron las mascarillas bajo sospecha

El portavoz del comité autonómico de crisis por el coronavirus, Javier Arranz, aseguró ayer desconocer cuántos sanitarios estarían en vigilancia en precaución por haber usado algunas de las 16.000 mascarillas del tipo FPP2 procedentes de una partida de 80.000 adquiridas por el Govern a un proveedor chino y que fueron repartidas entre varias gerencias asistenciales de las islas. Cómo se recordará, el resto de la partida se halla inmovilizada al existir dudas sobre su idoneidad para filtrar agentes patógenos a la espera de un tercer informe que determine si son seguras.

Así, Arranz señaló que, dentro de las pruebas masivas que el Servei de Salut anunció la semana pasada que realizaría a sus 18.000 empleados, se habría dado prioridad a aquellos que podrían haber usado las mascarillas bajo sospecha. Y reiteró que desconocía cuántos de estos sanitarios estarían en vigilancia en previsión ante la aparición de síntomas por haberlas usado mientras atendían a pacientes con Covid-19.

Fuentes del IB-Salut reiteraron que básicamente se repartieron unas 3.500 entre la gerencia de Atención Primaria de Mallorca y que su máximo responsable, Miquel Caldentey, habría avisado a todos los coordinadores de los centros de salud de la isla para prevenirles del reparto y para que controlaran a los trabajadores que hubieran hecho uso de él. En cualquier caso, las citadas fuentes minimizaron la posibilidad de contagios ya que asegurar0n que las mascarillas se distribuyeron en el mes de marzo.