Cuando el turoperador estrella de la industria turística, el más dinámico y cercano a sus socios ha puesto las cartas sobre la mesa, no queda más que admitir que la temporada 2020 será histórica. No como sus predecesoras, sin duda. Es la del "pesimismo", la que ha puesto patas arriba todas las planificaciones del sector y lleva a afirmar que ya está perdida.

Jet2 ha comunicado esta semana a los hoteleros que retrasará la venta de paquetes al 17 de junio. Sus clientes, a pesar de las ofertas "agresivas" prefieren reservar para bien entrado el verano o directamente para el 2021.

"Esto es lo más parecido a una guerra y estamos en los días del hundimiento. 2020 es un año perdido completamente. Algo rascaremos en verano, pero muy poco. La gente tiene otras prioridades por cubrir", afirman fuentes del sector. Las vacaciones, cuando el empleo a nivel mundial se hunde, pasan al último lugar de las economías familiares.

En cambio, "2021 será un año de bastante normalidad. ¿Cómo llegaremos de este marzo finalizado a abril del año que viene?".

"Las ventajas de vivir en una isla ahora son desventajas" por la dependencia del turismo internacional. "Ese lo doy por perdido".

"No sé si existirá la temporada 2020", reconocía Jaume Horrach recientemente. El presidente de la Agrupación Hotelera de Alcúdia y AlcúdiaCan Picafort, en pleno vaciado de la planta hotelera ante la orden que decretó su cierre. Horrach se refería a que día a día los empresarios iban cambiando sus planificaciones, retrasando sus cada vez más hipotéticas fechas de apertura. Esta semana también Exceltur emitía el informe más aciago de la historia del lobby de las grandes empresas del sector. Con cuatro meses de parón total de la actividad ha cifrado en cerca de 6.100 millones las pérdidas para Balears, con una caída del 41% en el PIB turístico.

"2020 es un año perdido, solo nos queda saber si será malo o muy malo", admite otro hotelero de la Platja de Palma. Con su equipo vuelve dar otra vuelta de tuerca al plan de la temporada. Maneja, como Jet2, comenzar a operar en torno al 20 de junio. "Si continuamos hasta el 15-20 de junio sería salvar el año". Eso sí, "no nos atrevemos a aventurar el volumen de la operación".

Antoni Horrach piensa en junio "con una ocupación anormal y dependiendo de cómo estén las fronteras de los países de los que dependemos". El presidente de HM Hotels no da la temporada por "perdida". Noticias como la de Jet2 son importantes. Otra cosa es que 2020 será un año malo "por este comienzo". Horrach menciona la ventaja de la insularidad. "Es más fácil el control" de la epidemia y apunta a que se hagan exhaustivos controles una vez el aeropuerto empiece a estar operativo.

"La realidad es que cada día hay más pesimismo", dice Mauricio Carballeda. El presidente de la Asociación Hotelera Palmanova-Magaluf expone "cómo la temporada se va complicando y ya apunta a ir abriendo hoteles "en julio", a sabiendas de que "las previsiones de hoy mañana están desfasadas". A pesar de este escenario considera que "es un poco pronto" para afirmar que la temporada se da por perdida.

Lo importante será que "el cliente coja confianza". Vendrá con "unas expectativas diferentes en cuanto a seguridad e higiene. Eso va a ser determinante", afirma Carballeda. Barrunta que los estándares tendrán que cambiar "hasta en los bufés". Y en cuanto a los precios, "ya lo ha dicho Jet2, hay que motivar al turista".

"Ojala 2020 al final termine con un resultado neutro y sin pérdidas", dice Ramón Hernández, director general de BlueBay Hotels, cadena que ha tenido que parar obras en su planta hotelera. Para Hernández lo importante es que a partir de julio con "algo de ocupación" arranque la confianza entre los proveedores y que se empiece a activar el empleo en agosto y septiembre y en las agencias de viajes. "España ya aparece como destino top en algunos buscadores para viajar en agosto", lo que permitirá ir llamando a trabajadores .

"Cuando cese el estado de alerta técnicamente deberíamos incorporar a miles de trabajadores. No nos lo podremos permitir con los hoteles vacíos, reconoce Hernández. "Tiene que haber un periodo mínimo para aplicar ERTE por necesidades productivas", dice. Ahí es cuando es necesaria "cualquier ayuda de índole pública", también por la vía impositiva.

"No importa tanto alcanzar grandes ocupaciones como recuperar la confianza del consumidor y de destino seguro", agrega el directivo de BlueBay. En este sentido se observa con optimismo, y cautela, el ritmo de contagios de Covid-19 en el archipiélago.

"En 2021 estoy convencido -asegura Hernández- de que habrá tratamiento, estaremos inmunizados, quizás una vacuna y los mercados ya estará recuperados". Augura un "gran resurgir" en las islas.

El empresario que se expresa en términos de bélicos en estos tiempos de confinamiento no lo duda: "En 2021 volverá a brillar el sol, pero el invierno pinta largo, duro y doloroso".