El Instituto de Investigación Sanitaria de Baleares (IdISBa) ha logrado captar 1.697.697 euros del Instituto de Salud Carlos III para contratar a investigadores y financiar proyectos que pueden llevar a avances médicos en cuestiones como afinar el tratamiento del cáncer de colón o alcanzar un diagnóstico de infecciones que hasta ahora no se habían podido identificar.

Es la primera vez que la entidad balear ha podido competir en convocatorias de la Acción Estratégica en Salud (AES) específicas para institutos de investigación sanitaria (ISS) acreditados, gracias a que consiguió el pasado enero esa acreditación por parte del Instituto de Salud Carlos III.

El director científico del IdISBa, Miguel Fiol, destaca que los proyectos que han logrado atraer financiación hacia las islas lo han hecho compitiendo con los de los otros 30 institutos de investigación sanitaria que hay en España y que "luchan por lo mismo".

La importancia de que lleguen fondos radica en que para varios científicos supondrá dejar atrás por un tiempo la precariedad ligada a esta profesión "muy vocacional" y en la que "lo habitual es tener un horizonte inseguro desde el punto de vista económico", explica Fiol. Gracias a esta financiación "su panorama cambia completamente".

Financiación para investigar el cáncer de colon

Uno de los proyectos que recibirá fondos investiga el cáncer de colon y aspira a mejorar la identificación de cada subtipo de este cáncer que está entre los de mayor incidencia, algo que "condiciona muchísimo" el abordaje y la terapia que recibirá el paciente, explica Gwendolyn Barceló, una de las directoras del estudio, junto con el inmunólogo Daniel López.

La especialista mallorquina explica que "se ha visto que dentro de cada categoría de cáncer de colon hay muchos subtipos y que hay que conocerlos mejor molecularmente" para combatirlos. En un momento en el que buena parte de la investigación del cáncer colorrectal a nivel mundial se centra en la epigenética (los genes), su proyecto es "un poco peculiar respecto a los grupos de estudio más frecuentes" por centrarse en los lípidos de membrana.

"Consideramos que los lípidos nos pueden ayudar a refinar la clasificación en subtipos del cáncer colorrectal y dar matices que otros estudios no dan", detalla.

El proyecto de investigación que durará hasta 2023 empezará en enero pero deriva del trabajo que lleva desarrollando el grupo desde 2013, cuando se fundó el IdISBa, por lo que Barceló destaca la importancia de contar con financiación de forma sostenida en el tiempo: "Es vital porque tres años pasan muy rápido".

Para investigar requieren tejido vivo por lo que colaboran "muy estrechamente" con tres servicios del Hospital Universitario Son Espases: Aparato Digestivo, Cirugía Colorrectal y Anatomía Patológica.

Identificar a las bacterias causantes de las infecciones

También la especialista en Microbiología Química y Parasitología, Carla López desarrolla su investigación estrechamente con Son Espases. "Trabajo con secuenciación masiva, que permite obtener el genoma completo de las bacterias, donde está toda la información, algo que posibilita desde hacer estudios epidemiológicos con mayor profundidad, a estudiar la resistencia antibiótica y obtener mucha más información y además, conforme está avanzando, con mayor rapidez".

El objetivo es identificar más deprisa el causante de una infección e incluso lograr diagnósticos hasta ahora imposibles. "No todos los microorganismos se pueden cultivar pero sí se pueden secuenciar" y en aquellos casos donde un cultivo no lleva a un diagnóstico "por secuenciación quizá sí puedes llegar a obtenerlo", detalla.

En su caso ha obtenido un contrato Juan Rodés, un tipo de contratación que pretende incorporar al Sistema Nacional de Salud a especialistas con perfil investigador, "con el objetivo de que toda la investigación pase lo más rápido posible al paciente", explica.

Se dedicará en un 50 % a investigación y otro 50 % a asistencia y gracias al contrato afronta el reto de "montar un área nueva de diagnóstico" en el Servicio de Microbiología de Son Espases.

Por su parte, con un contrato de técnico bioinformático de soporte a los grupos de investigación en el IIS, Josep Moncunill trabajará tanto con Barceló como con López, ayudando a analizar todos los datos que vayan obteniendo.

"La idea es hacer reproducibles análisis muy complejos y que requieren mucho tiempo, para realizarlos de manera computacional rápida". Se centra en aportar a los científicos conocimientos o bien prepararles unas herramientas para que sean "al máximo posible independientes".

Califica como "una suerte increíble y al mismo tiempo una tortura" poder desarrollar un trabajo trasversal para distintos grupos de investigación porque entra en contacto con muchas disciplinas. "Yo me estoy doctorando en Hematología y estoy conociendo cosas que no tenían nada que ver. Es apasionante", declara.

Para Moncunill, "es una suerte muy grande" haber accedido a un contrato de dos años. Además, gracias a que con la acreditación como ISS el IdISBa forma parte de la red de bioinformática del Instituto Carlos III, puede "entrar en contacto con muchos profesionales, algo que permite compartir unos protocolos y conocer lo que hacen centros pioneros en esto".

Aunque pueda parecer que lo que comparten los tres investigadores es la tranquilidad que dan los contratos y la financiación, Moncunill desvela otro nexo: "Lo que tenemos en común, cuando ves a un investigador que ya tiene al menos unos 30 años, es que ha sobrevivido a la no-financiación".

Comparten también la curiosidad que les lleva a querer ir más lejos en sus conocimientos y una vocación que no conoce horarios para lograr avances. El director científico del IdISBa, que es cardiólogo, recalca la relevancia de que los hallazgos de los investigadores del IdISBa se trasladen a los pacientes: "Toda la investigación tiene que acabar en mejorar la salud de la población y cuanto antes mejor".

Gwendolyn Barceló coincide: "Basta con pararse a pensar un momento al ir al médico en alguna de las pruebas que hacen y que dan una información importantísima a los médicos, porque cada una de ellas, alguien ha tenido que desarrollarla".

"Desde los frotis, a las bolsas de suero o la manera de sacar sangre..., la investigación tarda en llegar pero llega y si se compara la asistencia actual con la de hace diez años, no hace falta irse muy lejos para ver la diferencia", concluye