Un mes después de que su empresa hiciera aguas, los trabajadores de Thomas Cook han cobrado septiembre. Han sido cuatro largas semanas de espera, con obligaciones acumuladas, números rojos por doquier y promesas que, de momento, no sirven para pagar las facturas de un octubre que ya agoniza.

"Por fin nos han pagado la nómina, había muchos nervios", confirmaba ayer por la tarde uno de los representantes de la plantilla. Desde la semana pasada tenían la promesa de que cobrarían, pero la espera se ha hecho eterna. Igual que la de las negociaciones del ERE, que arrancarán la semana que viene.

De un azul oscuro casi negro pinta estos días el ambiente en la sede del turoperador en Palma. Una treintena de trabajadores se congregaron el martes con pancartas de protesta frente al edificio de Can Valero, ayer repitieron a media mañana ya en menor número. ¿Sus quejas? El retraso de la nómina, las negativas a concederles permisos no retribuidos y críticas a los políticos y sus "fotos y campañas".

Desde la Comisión de Representación de Trabajadores de In Destination Incoming, elegida tras la quiebra para ser su voz en el proceso concursal, explicaban ayer que es compresible el cabreo. "Nos prometieron las nóminas y están nerviosos". Estos días, y los que quedan, se hacen eternos".

El trabajo que hay detrás de esas nóminas ha sido laborioso. "El departamento de Personal las ha estado ajustando de una en una para adaptarlas a la ley concursal". Por el proceso administrativo en marcha, el máximo que puede cobrar los más de 700 trabajadores que conformaban la plantilla son "1.800 euros, el doble del salario mínimo interprofesional. Los que tienen un sueldo por debajo de 21.600 euros cobrarán el 100% "Hay que dejar fuera complementos" y quien está detrás de ese rompecabezas, son tres hormiguitas de Personal. "Han estado trabajando a piñón", dice el portavoz de la plantilla, el mismo que se ha leído ya la ley concursal "dos veces".

Es más que comprensible la zozobra ante las negativas a los permisos no retribuidos. Hay quienes quieren marcharse para seguir buscando salidas laborales "sin perder la antigüedad".

Los tiempos los marca el proceso concursal. "Hasta que no se empiece a negociar el ERE, no hay posibilidad de permisos no retribuidos". Los trabajadores son informados de cada paso. "A todos nos llegan los emails del administrador concursal", afirmó Josu Echevarría, de PwC, el mismo con el que la ministra Reyes Maroto dijo que se reuniría en Madrid para ver las posibilidades de trocear la empresa y recolocar a parte de la plantilla. El último mensaje, el viernes pasado, anunciaba el pago de las nóminas.

Balones fuera en Londres

En el Reino Unido sigue la investigación parlamentaria. Ayer fue el turno de los antecesores del ex CEO Peter Fankhauser, Manny Fontenla-Novoa, actual presidente de Logitravel, y Harriet Green. Echaron balones fuera sobre su responsabilidad. La diputada laborista Rachel Reeves, al frente de la comisión, expresó un sentir general, como recoge The Guardian. "Sería realmente bueno ver a alguien de Thomas Cook decir a sus clientes, proveedores y empleados: 'Nos equivocamos'."

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