Peter Fankhauser,con un semblante serio, compareció ayer en el Parlamento británico ante la comisión de investigación sobre la quiebra de Thomas Cook y expresó un mea culpa ante los diputados. De momento, el exconsejero delegado no se plantea devolver las bonificaciones que se llevó de la compañía e insistió en que la ayuda del Gobierno de su país habría asegurado el plan de reestructuración del turoperador.

El suizo,con un talante lejano al que esgrimió en su visita el pasado junio en Mallorca, cuando vino a tranquilizar a los hoteleros sobre la viabilidad de una compañía que entonces ya hacía aguas, dijo "sentir profundamente el no haber podido salvar" a la empresa.

Fankhauser explicó, durante la comisión de investigación del Parlamento británico sobre la quiebra de Thomas Cook, que la ayuda del Gobierno de Boris Johnson habría asegurado el plan de reestructuración del turoperador y hecho más por el negocio que simplemente evitar el colapso. Tras pedir disculpas defendió que trabajó "muy duro" para ganar su salario base y que no recibió ninguna bonificación entre 2018 y 2019.

Al ser preguntado sobre si un rescate por parte del Gobierno no habría simplemente retrasado lo inevitable, Fankhauser aseguró que si el plan de recapitalización hubiera seguido adelante, Thomas Cook habría sido una de las compañías de viajes mejor financiadas de Europa, además de tener "un nuevo comienzo". Insistió en no querer criticar al Gobierno, pero también en que el costo del colapso fue "mucho más alto" de lo que la empresa solicitó.

La hora de "tirar la toalla"

Al ser preguntado si devolverá las bonificaciones recibidas -la empresa pagó 20 millones de libras (22,95 millones de euros) en bonificaciones a directivos en los últimos cinco años-, reiteró que trabajó "incansablemente" desde que asumió el cargo en 2014. Fankhauser dijo que la última bonificación recibida fue en 2017, (750.000 libras esterlinas , unos 860.500 euros), de las que el 30% fueron en forma de acciones, "por lo que no podrían ser recuperadas". No obstante, ante la insistencia del Parlamento, esgrimió que valorará "qué es lo correcto, pero hoy no", y así zanjó la cuestión.

Fankhauser detalló que la compañía estaba en "estrecho contacto" con el Gobierno británico y mantuvieron alrededor de 100 reuniones en el último año. Dijo que a las cinco de la tarde del 22 de septiembre se dio cuenta de que "tenía que tirar la toalla".

También comparecerá, en fecha por concretar, Manny Fontenla-Novoa, actual presidente ejecutivo de Logitravel y ex CEO de Thomas Cook entre 2003-2011.

Exceltur

El vicepresidente ejecutivo de la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur, José Luis Zoreda, tachó ayer de "brindis al sol"las bonificaciones en la tarifa de pasajero propuestas por Aena para garantizar la conectividad de Canarias y Balears, tras la quiebra de Thomas Cook. Zoreda dijo que el sector pide a Aena "un esfuerzo económico real", alineado al que están teniendo que hacer el resto de las empresas y no "una medida cosmética que es subvencionar los nuevos vuelos que vengan", pues el gestor aeroportuario ya los tenía perdidos. Con cualquier bonificación que esté dando Aena a los nuevos vuelos, lo que hace es "mejorar su cuenta de resultado" criticó. El representante del lobby turístico recordó que Aena debe el 80 % de su facturación al sector turístico. efe Madrid