Los primeros turistas atrapados por la quiebra de Thomas Cook en Mallorca han empezado a embarcar en el aeropuerto de Palma pasadas las 10:30 horas de esta mañana. Otras compañías han asumido el transporte de los afectados en tres operaciones a lo largo del día, por el momento. Se trata de vuelos de repatriación organizados por el Gobierno británico. Iberia ha ofrecido sus servicios de facturación para agilizar los trámites. El primer avión transportará 350 pasajeros que ya están embarcando las maletas.

Los turistas tendrán como destino Glasgow y desde allí tomarán autobuses para llegar a sus lugares de origen. En el aeropuerto de Palma se vive una situación de calma y tranquilidad ya que se ha desplazado personal de la Autoridad de Aviación Civil británica para informar a los pasajeros y se les ha garantizado el retorno a todos ellos.

Los británicos afectados por esta quiebra han expresado esta mañana su sorpresa al intentar tomar su vuelos ya que hasta ayer por la noche pudieron sacar sus tarjetas de embarque sin problemas. En las pantallas del aeropuerto de Palma leían que sus vuelos estaban retrasados, no cancelados. Pasada la confusión inicial, los turistas han sido informados de la situación de quiebra de Thomas Cook y se han armado de paciencia para afrontar sus vuelos de retorno.

Thomas Cook tenía programados este lunes 24 vuelos de conexión entre aeropuertos del Reino Unido y los de Palma y Menorca, han informado a Efe fuentes de Aena.

En concreto, estaban previstas para esta jornada 7 salidas y 7 llegadas operadas por Thomas Cook en el aeropuerto de Menorca, y 5 despegues y otros tantos aterrizajes del touroperador británico que ha entrado en suspensión de pagos.

En Ibiza no estaba previsto ningún vuelo de Thomas Cook este lunes.

El grupo de viajes, con 178 años de historia, entró en suspensión de pagos tras haber fracasado las negociaciones de emergencia con su principal accionista y acreedores a fin de encontrar un rescate, confirmó este lunes la Autoridad de Aviación Civil (CAA).

La compañía, que emplea a 22.000 personas -9.000 en el Reino Unido- "ha cesado sus operaciones con efecto inmediato", según indicó el regulador en un comunicado, y tiene actualmente a 150.000 turistas de ese país de vacaciones en el extranjero, a falta de ser repatriados.

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