Bajo el título "Qué significa la perspectiva de género en el ámbito judicial", el magistrado Joaquim Bosch, portavoz de la asociación Jueces para la Democracia, ha impartido esta mañana una conferencia en Palma organizada por la Universitat d'Estiu d'Estudis de Génere que organiza la UIB. El magistrado, en declaraciones a los medios, se ha referido a la polémica que había suscitado la sentencia de "La Manada" y la resolución del Tribunal Supremo que ha determinado cometieron un delito de agresión sexual y no de abuso.

Para Bosch, muchos jueces sufren una carencia de conocimientos sobre temas de violencia de género, incluido este tipo de agresión sexual, si bien considera que el problema radica en que la ley genera muchas interpretaciones. Por ello, cree necesario que se realice una reforma de la ley sobre agresión sexual, que contemple como delito de violación todo acceso sexual cuando la mujer no ofrece su consentimiento. Bosch aseguró que el Supremo no se ha visto influido por la presión social que ha suscitado esta polémica, sino lo que hace es aclarar un tema por el que ya se había pronunciado en anteriores sentencias. "Es positivo que la sociedad critique las decisiones judiciales. El juez no siempre tiene la razón, porque en ocasiones tiene una visión sesgada del tema. Con el tema de la violencia de género se ha demostrado que los jueces están mucho más atrasados que la propia sociedad".

El juez, acostumbrado a aparecer en los medios de comunicación, asegura que la propia sociedad es la que detecta las decisiones injustas, como puede ser la sentencia de "La Manada", pero que la mayoría de ciudadanos no conocen es si se trata de una errónea interpretación del magistrado, o si es un error de la ley.

Joaquim Bosch asegura que hace falta un cambio legal sobre el consentimiento de la mujer, porque las leyes actuales permiten una amplia interpretación. "En el consentimiento carnal la mujer debe decir sí, de lo contrario es ua agresión sexual". Lamentó que muchos jueces han interpretado de forma errónea la violencia que muchas veces se suscita sobre las agresiones a las mujeres y citó el ejemplo de un hombre que se aprovecha de una mujer bajo los efectos del alcohol, que la mayoría de ocasiones no se considera violación, sino abuso. Cree que la sentencia del Supremo lo que ha rhará es limitar estas interpretaciones y recordó que el Alto Tribunal ya contempló lo que se conoce como intimidación ambiental. Son agresiones en las que se busca un espacio donde la mujer se siente intimidadada, sin la necesidad de que el agresor le amenace con una pistola.