El silencio que siempre ha planeado sobre el suicidio está dando paso a valiosas iniciativas encaminadas tanto a prevenir como a desterrar viejos prejuicios. Balears inauguró hace un año y medio el Observatorio del Suicidio, que bajo la coordinación de la psicóloga clínica Nicole Haber diseña estrategias de prevención, centraliza los datos disponibles sobre tentativas y casos consumados, y ofrece asesoramiento.
También a AFASIB, un lugar de encuentro de familiares y amigos de suicidados que desde se puso en marcha en agosto de 2018 ha prestado ayuda a una treintena de personas. Son la voz de la experiencia porque también ellos cayeron en un agujero negro cuando un ser querido se quitó la vida.
Hay quien ha encontrado en la escritura una manera de canalizar tanto sufrimiento. Antònia Maria Llofriu, miembro de AFASIB, publicó en mayo 'Mi reflejo', una obra que recoge apuntes de su puño y letra junto con los poemas que escribió su hija, Ketty Díaz, antes de quitarse la vida. "Están recogidos los sentimientos de mi hija desde que tenía 8 o 10 años hasta que dejó de escribir. Y además narro su vida con la esperanza de que pueda ayudar a alguien", explica Llofriu.
Gracias a estas iniciativas el suicidio ha dejado de abordarse en Balears desde un punto de vista estrictamente sanitario para pasar a otra dimensión. Visibilizar es prevenir, por lo que este cambio de rumbo va a tener continuidad
AFASIB ha programado diversas iniciativas para la semana del 10 de septiembre, Día Mundial para la prevención del Suicidio. Organizarán, con la colaboración de la asociación QTrail, una carrera popular en Marratxí de 3.679 metros, el número de suicidios registrados en España en 2017. También hay prevista una ponencia con expertos de Balears y la Península.
