El empresario mexicano Alonso Ancira, una de las mayores fortunas de su país, ingresó ayer en prisión ingresó ayer en prisión tras ser arrestado el pasado martes por la noche en Palmaarrestado el pasado martes por la noche en Palma, por una orden internacional de detención impulsada por la fiscalía de México. El magnate, propietario de la empresa siderúrgica Altos Hornos de México (Ahmsa), que había comprado al Estado en el año 1991, prestó ayer declaración desde los juzgados de Palma, a través de videoconferencia, con la Audiencia Nacional, que tramita la orden de extradición que reclaman las autoridades mexicanas.

El juez Santiago Pedraz decretó a mediodía el ingreso en prisión provisional del empresario, sin posibilidad de fianza. Alonso Ancira se niega a dicha extradición, entre otras cosas, porque de momento desconoce los cargos concretos que le imputan las autoridades judiciales de su país. En cualquier caso, el detenido defendió su inocencia, según señaló ayer su abogado Ismael Oliver a la salida del juzgado.

Alonso Ancira es un visitante habitual de Mallorca. Llegó el pasado día 26 para reunirse con su familia. Tenía previsto disfrutar de unos días de navegación con un espectacular yate que tiene amarrado en Port Adriano, en Calvià.

Ancira, que tiene la doble nacionalidad mexicana y estadounidense y se calcula que dispone de una fortuna de más de 800 millones de dólares, siendo uno de los hombres más ricos y poderosos de su país, fue detenido en el aeropuerto de Palma sobre las diez de la noche del martes. Tenía planeado subirse a un avión, que lo iba a trasladar a Canadá. La Policía descubrió que había adelantado su viaje, previsto para el día 5 de junio, por lo que procedió a su detención antes de que embarcara en el avión. Este cambio repentino de planes fue una de las razones que argumentó el juez de la Audiencia Nacional para justificar su ingreso en prisión.

La fiscalía de México le acusa de haber participado en una operación de corrupción. También se le acusa de un delito de blanqueo de dinero. Dichos delitos estarían relacionados con una operación en la que habría participado la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).

Fertilizantes

La operación económica por la que el empresario está reclamado por la justicia de su país está relacionada con la compra que realizó la sociedad estatal Petróleos Mexicanos de una planta de fertilizantes, que pertenecía a la empresa siderúrgica Ahmsa. La fiscalía de México sostiene que la planta de fertilizantes se sobrevaloró en más de 500 millones de dólares, que habrían sido abonados por la empresa estatal de petróleo. La planta estaba obsoleta. Llevaba casi 20 años cerrada y en estos momentos todavía no funciona, pese al alto precio abonado. El Gobierno de México sostiene que la instalación no valía ni 50 millones de dólares, pero la empresa estatal pagó diez veces más por dicha planta.

Alonso Ancira habría actuado en esta operación en colaboración con su amigo Emilio Lozoya, que ocupaba el cargo de director de la petrolera estatal. Sobre este directivo también pesa una orden de detención, si bien todavía no se le ha localizado. A Lozoya se le investiga por haber recibido, presuntamente, unas comisiones de más de diez millones de dólares a través de una empresa brasileña, que también está siendo investigada por la fiscalía mexicana.

Tanto Ancira como Lozoya eran personas del entorno más próximo del anterior presidente de México, Enrique Peña Nieto. El empresario declaró ayer desde el juzgado de Palma que su persecución judicial respondía, precisamente, a una venganza del actual gobierno de su país, negando cualquier tipo de irregularidad en esta operación con la empresa petrolera.

Poco después de que el juez de la Audiencia Nacional comunicara su decisión de ingreso en prisión, sin posibilidad de fianza, alegando que existía riesgo de fuga, el abogado del detenido anunció que piensa recurrir dicha decisión. Aunque la detención se practicó en Palma, toda la tramitación judicial sobre la posible extradición de Ancira se realizará en Madrid. La fiscalía de México tiene un plazo determinado de tiempo para concretar los delitos que se le imputan al empresario detenido, así como las pruebas que sustentan esta grave acusación.

El principal empresario del sector siderúrgico de México ya alegó ayer al juez Pedraz que es inocente de la acusación que le imputan las autoridades de su país y que va a oponerse a ser extraditado a México. Todo parece indicar que mientras se tramita este procedimiento judicial el empresario tendrá que permanecer en prisión ante un posible riesgo de fuga. Si bien ayer ingresó en la prisión de Palma, no se descarta que en breve sea trasladado a una cárcel de Madrid.

No es la primera vez que Alonso Ancira tiene problemas judiciales en su país. De hecho, hace unos años abandonó el país y se estableció en Israel. Pocos años después regresó para convertirse en el empresario más poderoso del sector siderúrgico en su país.

López Obrador: "No hay persecución"

Según informó la agencia Efe, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó ayer que la orden de arresto contra el antiguo director de la petrolera estatal, Emilio Lozoya, responda a una "persecución política". El mandatario señaló que esta orden de detención se había impulsado desde la fiscalía, comprometiéndose a no detener ninguna investigación sobre corrupción.

En la investigación judicial impulsada en México participa la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, que hace meses ordenó la congelación de las cuentas bancarias, tanto del exdirector de la petrolera estatal, como el del empresario Ancira. Se investiga una operación realizada por el empresario detenido en Mallorca, que ordenó transferir más de 3.000 millones de dólares a una empresa fantasma, que se habría utilizado para pagar comisiones. La empresa que dirige Alonso Ancira da trabajo a más de 20.000 personas en México.

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