El general retirado Fulgencio Coll no se atreve a proclamarse aún como futuro alcalde de la ciudad, aunque, tras las elecciones del día 26, aspira a "liderar" un próximo gobierno municipal de derechas con los concejales del PP y Ciudadanos.

No se atreve a aventurar cuántos concejales tendrá su formación, aunque afirma que "serán más de cinco", número sobre un total de 29 que les adjudica la traslación de los resultados de su partido en las pasadas elecciones generales.

Ante un auditorio de 300 personas, que llenaba el salón de actos de la Fundació Once, y tras la intervención de Jorge Campos, Coll presentó ayer la lista del partido de Santiago Abascal al Ayuntamiento de Palma en las próximas elecciones. Antes de comenzar el acto calificó a su equipo como de "personas que proceden de la sociedad civil, con valores e ideales, capaces de gestionar las distintas áreas municipales".

La gestión es uno de los conceptos más repetidos por el general retirado cuando desgrana su programa electoral, entre otras cosas, porque quiere "resolver los problemas creados" por los partidos del Pacto de izquierdas que gobiernan Cort debido a que, a su juicio, "han puesto por delante la ideología" trufada además en numerosas ocasiones por el "sectarismo". En su intervención, desgranó las diez líneas maestras de su programa de gobierno, cuyo primer punto se basa en la "bajada de impuestos", algo que pretende conseguir "mediante la reducción de organismos inservibles" y la supresión "de los gastos superfluos que nos determinarán las auditorías que realizaremos". Para conseguir una ciudad limpia aplicarán un "plan integral" que incluirá la eliminación de graffitis y el incremento de la limpieza "en parques, jardines y calles".

En materia de Seguridad Ciudadana va a "potenciar la vigilancia dotando a los agentes de los medios necesarios y aumentando la presencia policial en los barrios".

Anunció asimismo lo que denominó "un plan de aceras", que se aplicará "desde el primer día", además del rescate de la "concejalía de familia, como elemento importante de cohesión social". Prometió 1.100 viviendas de protección social, la creación de una gerencia municipal, aparcamientos disuasorios, la potenciación de zonas peatonales y carriles bici y la recuperación de Palma como "referente cultural del Mediterráneo".