Terraferida ha propuesto varias medidas de calado para solucionar la problemática de la vivienda en Balears que incluyen la prohibición de construir "ni una vivienda más en suelo rústico y cerrar el grifo a la autorización de nuevas plazas turísticas. "Proponemos modificar la ley de turismo para segregar el uso residencial del turístico, suprimir la posibilidad de autorizar más plazas de alojamiento turístico y condicionar la modernización de establecimientos a la merma de su capacidad", indicaron los ecologistas.

Asimismo, proponen "reforzar el cuerpo de inspectores con más personal y más recursos" para detectar plazas turísticas ilegales, así como "penalizar y gravar el acaparamiento de viviendas con propósitos especulativos".

Finalmente, piden que "todos los pisos vacíos figuren en el Registro del Govern, reservar el 30% del suelo de los inmuebles nuevos para VPO, prohibir los desahucios y limitar el precio del alquiler con un índice de precios vinculados".

Los ecologistas consideran que nada ha cambiado desde que hace doce años empezaron las movilizaciones ciudadanas pidiendo vivienda digna. "Hemos pasado del tsunami urbanizador preburbuja inmobiliaria al tsunami especulador", afirman.