Salvador Llinàs, el dueño de Autoclick acusado de una estafa de 50 millones de euros, saqueó la empresa durante meses antes de huir de España. La investigación de la Guardia Civil ha detectado desvíos de grandes cantidades de dinero y otros bienes valorados en al menos cinco millones de euros a sociedades afines, tanto suyas como de sus hermanos Mónica y Antonio. Para ello, simuló con facturas falsas costosas obras inexistentes en varias sedes de Autoclick y entregó a sus familiares varias propiedades. Según los investigadores, todo formaba parte de un plan para amasar una fortuna antes de que los tres hermanos escaparan del país.

Autoclick declaró en 2017 unas pérdidas de 22 millones de euros, el doble que el año anterior. La Guardia Civil apunta en sus informes que la venta de casi 3.500 coches que no eran suyos fue una estrategia de Salvador Llinàs para tratar de paliar esta situación. Sin embargo, los investigadores han detectado que al mismo tiempo el empresario desviaba dinero de Autoclick a sociedades vinculadas a él y sus hermanos.

Por un lado, los agentes encontraron pagos entre finales de 2016 y principios de 2018 s por valor de unos 2,2 millones de euros a dos constructoras por importantes obras en las instalaciones de Autoclick de Madrid, Málaga, Alicante, Barcelona y Portugal. Los agentes se entrevistaron con los dueños de los locales y los trabajadores y solicitaron expedientes en las áreas de urbanismo de los Ayuntamientos. Llegaron a la conclusión de que los trabajos nunca se ejecutaron o, como mucho, fueron meros arreglos estéticos. Nada que justificara semejantes desembolsos de las cuentas de Autoclick a las dos constructoras, cuyos propietarios podrían ser meros testaferros del propio Llinàs, según sospechan los agentes. Las facturas con las que se pagaron estas obras eran, por tanto, falsas.

La Guardia Civil detectó también que parte de los bienes de la empresa de alquiler de coches acabaron en manos de los dos hermanos de Salvador Llinàs. Los tres familiares sellaron en julio de 2017 dos contratos privados en los que el dueño de Autoclick entregaba diversas propiedades del rent a car a cambio de acciones en varias sociedades. La Guardia Civil sostiene que estas operaciones tenían como objetivo poner a salvo las propiedades de Autoclick ante las enormes pérdidas que arrastraba y con vistas a una posible intervención judicial, como así ocurrió.

A juicio de los especialistas del Gripo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) del instituto armado, encargados de las pesquisas, Salvador Llinàs utilizó estas maniobras para amasar una fortuna con la que huir de España cuando la situación fuera ya insostenible. Cuando la estafa en la venta de coches que no eran suyos salió a la luz ante la avalancha de denuncias de los afectados en la primavera de 2018, Llinàs y sus hermanos pusieron tierra de por medio. Ninguno de los tres pudo ser localizado cuando la Guardia Civil empezó a investigar.

Salvador, Mónica y Antonio Llinàs Oñate están acusados de delitos de estafa, alzamiento de bienes, insolvencia punible, falsificación en documento mercantil, blanqueo de capitales y contra la hacienda pública. El titular del juzgado de instrucción número 9 de Palma dictó hace dos semanas una orden internacional de detención y entrega contra ellos y ordenó incluir su filiación en las bases de datos de Interpol para tratar de localizarlos en cualquier parte del mundo. Además de los tres hermanos Llinàs, varios directivos de Autoclick están siendo investigados en el procedimiento judicial.

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