La Guardia Civil ha constatado que la empresa mallorquina de alquiler de coches Autoclick vendió al menos 1.034 vehículos que no eran suyos en varios países de Europa. Los investigadores han comprobado que la sociedad se deshizo de cientos de automóviles que no eran de su propiedad, sino que tenía alquilados a otras compañías para subarrendarlos. La estafa, estimada en más de 50 millones de euros, afecta tanto a los auténticos propietarios de los coches como a los compradores, que no llegaron a recibir nunca la documentación y en la práctica no pudieron disponer de ellos. Como adelantó ayer Diario de Mallorca, el dueño de Autoclick, Salvador Llinàs, y su hermanos Antonio y Mónica están huidos de la justicia y sobre ellos pesa una orden internacional de detención.

Las pesquisas sobre la estafa, dirigidas por un juzgado de instrucción de Palma, han sido llevadas a cabo por el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) central de la Guardia Civil. Los investigadores empezaron a recibir hace un año varias denuncias contra Autoclick. Seis sociedades relataban que desde el año 2015 habían alquilado un total de 2.824 vehículos a la empresa mallorquina, la mayoría de los cuales no les habían sido devueltos al vencer el contrato. En algunos casos, los perjudicados habían resuelto el contrato porque Autoclick no les abonaba las cuotas mensuales. Además, mostraban sus sospechas de que buena parte de la flota hubiera sido vendida de manera fraudulenta.Los investigadores de la Guardia Civil comprobaron que sus sospechas estaban fundadas. Autoclick había vendido 1.034 automóviles de los denunciantes en varios países europeos.

Los agentes averiguaron entonces que los compradores de estos vehículos también habían sido estafados. Empresas de Holanda, Austria, Alemania, Rumanía, Portugal e Italia habían adquirido los automóviles pero nunca recibieron la documentación, por lo que no pudieron disponer de ellos ni tramitar el cambio de titularidad. De hecho, Autoclick nunca tuvo los documentos originales de los automóviles, sino fotocopias facilitadas por sus dueños. La Guardia Civil y los juzgados de Palma recibieron un goteo de denuncias y querellas contra Autoclick de estos compradores. Son ya medio centenar las empresas y ciudadanos personados en la causa como perjudicados.

La documentación aportada por las víctimas evidenció las maniobras fraudulentas de Autoclick para llevar a cabo las transacciones. Por un lado, los contratos dejaban claro que la empresa mallorquina disponía de los coches en régimen de alquiler y en ningún caso los adquirió. Por otro, se detectaron falsificaciones de documentos para aparentar que los vehículos estaban alquilados a clientes finales cuando los legítimos propietarios los reclamaban.

El juzgado de instrucción número 9 de Palma ha centralizado la investigación del caso, aunque ha pedido ya al Tribunal Supremo que decida si el órgano competente es la Audiencia Nacional al haberse cometido la estafa tanto en varias comunidades españolas como en diferentes países europeos.

En los últimos meses, el magistrado ha decretado la inmovilización de cientos de automóviles, tanto en la sede de Autoclick, en el polígono de Son Oms de Llucmajor como en los concesionarios donde acabaron. El juez citó a declarar al dueño de la empresa, Salvador Llinàs, y a sus hermanos Antonio y Mónica, vinculados a otras sociedad que habrían participado en la estafa. Ninguno de ellos ha sido localizado, por lo que la semana pasada se dictó una orden internacional de búsqueda y detención contra ellos. Los investigadores creen que han huido al extranjero. Otras personas vinculadas a Autoclick están siendo investigadas por el fraude.