Estamos en campaña y en Berlín cada cual tira para su casa. Los hoteleros, en la primera jornada de la feria ITB pusieron ayer las cartas boca arriba: le tiran al Partido Popular ante su anuncio de que vetará los decretos leyes que tiene pendiente de aprobar el Gobierno de Pedro Sánchez, entre ellos el que aseguraba la bonificación en las contrataciones de los fijos discontinuos. Ahí el PP les toca la fibra, y a su líder autonómico, Biel Company, ayer se lo echaron en cara.

Y los mismos empresarios siguen exigiéndole al Govern en estos tiempos de desvío de reservas hacia los competidores del Mediterráneo Oriental, que principalmente está afectando al mercado alemán que, parece que no deja de hacerle ojitos a Turquía. Un doble juego sobre la arena política del sector turístico que abre la veda al '¿quién nos da más?'.

Fue la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, la que hizo ayer saltar la liebre en su visita al estand de Balears en la ITB. Parapetada por la presidenta Francina Armengol y la secretaria de Estado Bel Oliver soltó la bomba de la crispación. "El veto a los decretos es un veto al progreso de España", declaró, subrayando el efecto que puede tener en la contratación en las islas el hecho de que no salga adelante la subvención para la contratación de los trabajadores fijos discontinuos." El desgaste de estos meses no se lo merece ni España ni el sector turístico", valoró Maroto, que en su corto desempeño frente al ministerio ha hecho buenas migas con los empresarios. El rechazo a los presupuestos por parte del PP, Ciudadanos y los independentistas, recuerda, no dejó más camino que el decreto ley para asegurar los 2.160 millones de euros al año en subvenciones que reciben los empresarios para contratar a fijos discontinuos de noviembre a marzo, con una bonificación del 50% en las cotizaciones a la Seguridad Social.

Apenas se fue Maroto, ya comenzó el revuelo entre los hoteleros. Como señaló el presidente de la Agrupación de Cadenas Hoteleras de Baleares, Gabriel Llobera, "nos preocupa, es un aliciente más para abrir en temporada baja. Habrá empresas que si van justas no abrirán". Añade que puede "peligrar el trabajo de hasta 60.000 trabajadores". Y este marzo ya se vería afectado; un castigo tanto para empresarios como para el sector laboral.

En medio de todo este revuelo, siguió coleando la guerra, a muerte ya desde Fitur, contra la ecotasa por la competitividad que le resta al archipiélago en una época de incertidumbre en la que las reservas hacia Balears caen con el regreso de los países competidores. No hay hotelero que no despotrique contra el Govern de izquierdas por mantener y haber doblado el impuesto turístico sostenible. Para Armengol y la vicepresidenta Bel Busquets está claro que los turistas, y más los alemanes, lo pagan con gusto. Para los empresarios es todo lo contrario.

Alquiler turístico

Aquí entra en escena Biel Company, que les promete que "hay que dejar la ecotasa a cero; no queda más remedio", si no, "sufrirán los trabajadores". Pero al candidato popular al Govern ayer le cayeron encima los hoteleros para reclamarle por el veto a la bonificación a la contratación de fijos discontinuos, a lo que suma su plan para liberar el alquiler turístico.

Company se revuelve contra la ministra en declaraciones a este diario. "¿Por qué no lo arregló hace tres meses?". Maroto, añade el popular, es "la responsable de que no tengamos la bonificación". Estamos en campaña, época de promesas políticas y los hoteleros van a por todas y juegan a dos bandas.