Si algo infecta más rápido que un virus es el propio miedo a padecerlo, y se agudiza si Hollywood ayuda. Así lo demostró Ester Lázaro, doctora en Biología, ayer en el CaixaForum de Palma.

Lázaro consiguió que los oyentes aprendiesen ciencia a través del cine, puntualizando y explicando los riesgos de epidemias víricas que tan presentes están en la gran pantalla. Se valió de fragmentos de películas como Estallido, Soy Leyenda o Contagio para demostrar cuáles son las temáticas más recurrentes en cuanto a infecciones y qué parte de realidad tienen.

Con Estallido presentó la idea de contención del virus, según la cual, hay virus cuya agresividad es tan elevada que puede jugar en su contra a la hora de propagarse. En la película, una tribu resulta infectada y se planteaba que, al estar tan graves, no tenían fuerzas para desplazarse ni interactuar. Por lo tanto, el virus se contenía por sí mismo en una zona. Pero como ya nos ha enseñado la historia con casos como el ébola, el virus lo consigue.

No obstante, Lázaro se mostró optimista argumentando que para que un virus logre dañar a una persona o a una comunidad tiene que superar varios obstáculos, cada uno más complejo que el anterior.

Factores a los que sí dio mucha importancia fueron otros como los desplazamientos humanos o los hábitos de comportamiento, como pudiera ser beber agua en mal estado.

La doctora presentó a Contagio como un filme de confianza, en el que la información presentada tenía una base científica coherente. Con un fragmento de la película presentó una de las habilidades de los virus: su capacidad de mutar, e incluso de mezclarse entre ellos. Estas tácticas víricas son las responsables de que virus no muy graves como la gripe, tengan en nuestra historia varios episodios en los que han protagonizado pandemias. Al mutar o modificarse, los virus se hacen resistentes y hay que estudiar la nueva cepa para tratar con efectividad a los pacientes. No obstante, incidió en que los avances de la investigación permiten su rápida identificación y control.