Carlos García Roldán, cerebro de la estafa de Lujo Casa, vivía rodeado de mujeres

García Roldán abandonó España en abril del 2018, cuando se amontonaban en los juzgados de Palma las querellas y denuncias contra él interpuestas por compradores de pisos y chalés sobre plano que nunca llegaron a ser construidos. Según la entonces su novia oficial, una joven colombiana de apenas 24, el dueño de Lujo Casa primero recaló en Cali para visitar a unos parientes de ella y luego se instaló en casa de su abuela en Buga, una pequeña ciudad de apenas cien mil habitantes y llena de recuerdos patrimoniales de la etapa colonial.

Cuando en agosto del año pasado la Guardia Civil desató la operación contra la trama de Lujo Casa, a la que se atribuyen una estafa de más de siete millones de euros con unos 240 perjudicados, García Roldán pasó a ser un fugitivo. El juzgado de instrucción 3 de Palma dictó contra él una orden internacional de detención

En la primera casa de Buga se dedicó durante semanas a gastarse el dinero desviado de sus negocios, ir al gimnasio y pasear a la abuela de su pareja, que seguía en Mallorca. Sin embargo, desde la Guardia Civil de Mallorca le seguían el rastro y en colaboración con la Policía colombiana lograron su arresto esta semana.

A García Roldán en sus años de derroche en Mallorca, donde gastaba miles de euros en fiestas con sus amigos, le gustaba rodearse de chicas jóvenes, muchas de ellas extranjeras. Su novia sospechaba que, además de con ella, mantenía una relación sentimental con una de sus empleadas. García Roldán también acogió en su casa de Mallorca a una guapa prima colombiana de su pareja, a la que acabó montándole una peluquería en Tarragona, a espaldas de la primera.

El empresario así mismo se relacionó con otra chica de Ecuador residente en Palma. De aquel contacto se produjo la compra por García Roldán de un solar en Ecuador, donde levantó una casa que puso a nombre de una prima de su amiga.

Un amigo de Calella

El dueño de Lujo Casa antes de huir de España transfirió por lo menos cuarenta mil euros a las cuentas de un amigo suyo residente en Londres y natural como él de Calella. Esa persona, que está identificada por la Policía, a su vez le mandó dinero a la novia residente en Mallorca que, mediante familiares y a través de locutorios, se lo envió al fugado a Colombia. García Roldán, antes de su marcha, dejó otros diez mil euros a su pareja para sus gastos y para que se lo remitiera a Colombia.

Por otro lado, desde el juzgado de instrucción 11 de Palma se está a la espera de más noticias de la Justicia colombiana sobre el futuro de García Roldán. El juzgado activará la orden de extradición contra el detenido y confía en que su entrega a España no se demore hasta un año, como han pronosticado abogados personados en la causa. García Roldán está acusado de estafa agravada, blanqueo de capitales, organización criminal y alzamiento de bienes.

Un fajo de dólares en la mesilla

La joven que era la novia oficial de García Roldán en Mallorca y que le buscó como refugio en Colombia la casa de su abuela en Buga de Guadalajara le fue a visitar allí en mayo pasado.

García Roldán todavía no estaba en busca y captura internacional y vivía de las remesas de dinero que había apartado para la contigencia de tener que salir huyendo de Mallorca.

La chica vio que el empresario tenía en su mesita de noche un fajo de billetes de dólares, la moneda fuerte con la que moverse en Colombia. La propia joven, que llegó a ser detenida en Palma por presunto blanqueo de capitales, explicó a la Guardia Civil en agosto que ya no sabía si era novia del fugitivo García Roldán.

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