La Sindicatura de Cuentas señala en su informe sobre las cuentas de la Universitat de 2016 que la institución académica tiene demasiados profesores con contratos temporales, superando, con mucho, los límites marcados por ley. Aquel año, el 60% de la plantilla eran temporales y estaban contratados de forma temporal, cuando según la Ley Orgánica de Universidades (LOU) no puede haber más de un 40 por ciento de docentes con este tipo de contratos.

El órgano de control entregó ayer al Parlament el citado informe, que en general da el visto bueno a las cuentas de la UIB, aunque señala varios aspectos que deberían mejorarse o rectificarse porque incumplen la ley, como el referente al exceso de profesores con contrato temporal.

Cabe señalar, que el curso 2017-2018, según datos facilitados por la Universitat a este diario, el porcentaje de asociados se situaba en torno al 46 por ciento, que se encargaban de impartir un tercio de las clases.

Para este curso, la UIB ya preveía que iba a haber un aumento de este tipo de contrataciones por los estudios de Medicina, ya que se ha contratado a 44 médicos como profesores asociados.

Contratados doctores

Otro incumplimiento reseñado por la Sindicatura de Cuentas referente al personal es que en junio de 2016 y en diciembre de 2016 detectaron un total de 46 y 67 profesores contratados doctores también con contrato temporal cuando según el artículo 52 de la LOU los contratados doctores han de ser "de carácter indefinido" sí o sí.

Asimismo, la LOU recoge que el número total del personal docente e investigador (PDI), computado en equivalencias a tiempo completo, no puede superar el 49% del total de este cuerpo y de acuerdo con los registros de diciembre de 2016, en la UIB supone un 54%.

Además, la Sindicatura de Cuentas señala que la UIB no ha incluido en el estado de gastos de su presupuesto la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), donde deberían figurar todas las plazas del profesorado, incluyendo el PDI contratado.

El informe señala que también han detectado que determinados trabajadores son retribuidos, en concepto de "gratificaciones", por horas extras realizadas fuera de su horario.

La Universitat justifica el complemento como una retribución complementaria prevista en la ley de Función Pública de la CAIB, pero según una normativa de la Universitat aprobada en 2013 las horas extra han de ser compensadas con días libres u jornadas más cortas, pero no se prevé que los trabajadores puedan cobrar por ese trabajo realizado en horas extraordinarias. "Además en los cálculos aportados no se documenta el importe de las gratificaciones con el número y el horario de las horas efectuadas fuera de la jornada laboral", reza el documento.

Edificios sin registrar

Otro apunte que hace la Sindicatura de Cuentas en el informe es que la Universitat sigue sin inscribir en el Registro de la Propiedad varios de sus edificios, lo que supone un incumplimiento de los Estatutos de la UIB, el Código Civil, la Ley Hipotecaria y la ley de Patrimonio de la CAIB. El órgano de control señala que ya han avisado de este incumplimiento en informes anteriores.

El documento recoge algunas excepciones y señala algunas incidencias, pero en general concluye que las cuentas anuales presentadas por la Universitat y fiscalizadas por la Sindicatura expresan, en todos los aspectos significativos, "la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera a 31 de diciembre de 2016, así como de sus resultados económicos y presupuestarios correspondientes al ejercicio anual cerrado en esta misma fecha". Además de las incidencias detalladas, el informe contiene un total de 31 recomendaciones para mejorar la gestión económico-financiera de la Universitat.