El Plan de Residuos no Peligrosos de Mallorca aprobado por el Consell de Mallorca, que está en fase de alegaciones, prevé una inversión de 154 millones de euros en plantas de reciclaje y tratamiento de desechos. Una iniciativa muy ambiciosa para cambiar el modelo de tratamiento de residuos hasta el año 2030 pero no contempla la eliminación total de la incineración como prometió el Pacto de Izquierdas. De hecho, mantiene dos líneas de incineración, aspecto que critican desde organizaciones ecologistas como Terrearíais y el grupo de Consellería de El Pi en sus alegaciones.

En concreto, contempla hasta cinco plantas de compostaje para materia orgánica. Una en Son Reus con un coste de 16,2 millones, otra en Calvià por 12,4 millones, otra en Llucmajor por 21 millones, otra en Santa Margalida por 18 millones y la última en Felanitx por 12 millones. De igual modo, contempla tres plantas para el tratamiento y compostaje de lodos de depurada: una en Alcúdia por 12,9 millones, otra en Santa Margalida por 9,97 millones y la última en Felanitx por 11,9 millones. Ello quiere decir que todos los fangos de depuradora serán tratados en la zona norte y el Llevant de Mallorca para que se puedan destinar a fertilizante agrícola.

Dentro de los 154 millones de euros de inversión del Plan de Residuos también se incluye instalar un tercer digestor de metanización en Son Reus y la construcción de una planta de selección de envases por un montante cercano a los 27 millones de euros. A todo ello hay que añadir inversiones en la propia incineradora y también en las estaciones de transferencia de los residuos.

Todas estas instalaciones tienen el objetivo de reducir entre 300.000 y 430.000 toneladas de desechos. Lo que es considerado una “utopía” por parte de los grupos de la oposición, mientras los ecologistas no entienden como mantienen la incineradora. La reducción de residuos se fija en un 10% en 2020 y un 50% en 2030 con respecto a las 800.000 toneladas que genera anualmente Mallorca.

Suspende en reciclaje

Por otra parte, pese a este ambicioso plan para cambiar a medias el modelo de residuos, el propio documento del Consell demuestra que Mallorca suspende estrepitosamente en reciclaje. Asegura que en 2008 debíamos haber asumido entre el 55% y el 80% del reciclaje de nuestros residuos y en 2016 solo llegábamos al 33%. También suspendemos en el tratamiento de los residuos de obra donde no se llega a tratar ni la mitad de ellos.