El candidato a la presidencia del Partido Popular, José Manuel García Margallo ha explicado esta mañana a la militancia los ejes de su propuesta de "regeneración" del partido. En un acto en un restaurante de Palma, el ex-ministro de Mariano Rajoy ha remarcado a los medios de comunicación ser un aspirante "que no ha tenido poder administrativo, ni poder territorial, ni poder sobre las Nuevas Generaciones", por lo que, ha dicho, su campaña se basa en el "contacto directo" con los militantes y "llamarles a una reflexión y a un voto individual". De hecho, el lema de su campaña es ´decide tú´.

El presidente del PP balear, Gabriel Company, ha presentado a Margallo ante los militantes como un hombre "que no rehuye la discrepancia, si hace falta" y que "dista de lo políticamente correcto que se ha instalado en nuestra sociedad".

De hecho, Margallo ha reconocido ser un candidato "outsider", "soy como Donald Trump pero en demócrata", ha asegurado haciendo un símil con el presidente norteamericano, que llegó a ser candidato presidencial de los republicanos sin contar con el apoyo del aparato del partido, "capaz de sacar adelante a España y al PP".

Margallo ha asegurado a los medios de comunicación que descarta integrarse en ninguna otra candidatura. Asimismo ha enumerado sus debilidades como candidato: "a mi me han perjudicado el que se haya requerido que los militantes para votar se inscriban - que es un requisito totalmente innecesario porque el partido sabe qué es ser militante - y en segundo lugar el que no haya habido debate", por lo que asegura que las elecciones populares se han convertido "en una especie de cita a ciegas".

El PP votará el próximo jueves en una primera vuelta entre seis candidatos a liderar el partido, entre los que se encuentran "las dos viudas y el hijo adoptivo de Mariano Rajoy", como ha calificado a Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y Pablo Casado, quienes no cree que deban liderar el partido puesto que opina que son los responsables de haber llevado a España a una moción de censura. Por su parte, se ha calificado como el "hermano separado" de Rajoy.