La generación Z ya hace Selectividad. Los nacidos en el año 2000 han llegado este año a la mayoría de edad (sí, impresiona pensarlo) y ya les toca enfrentarse a las pruebas de acceso a la universidad (las PBAU, según su última denominación oficial).

Más de 4.100 alumnos de Balears (un centenar más que el año pasado) comenzaron ayer las jornadas de exámenes en el campus de la Universitat y en otros puntos habilitados en Inca, Manacor, Eivissa, Menorca y Formentera. El 60% de los aspirantes son mujeres.

Como siempre, el examen para romper el hielo fue el de Lengua Castellana y Literatura, que rompió el precinto de la Selectividad 2018 con dos nombres de mujer.

Y es que los dos textos planteados para ser analizados salieron de la mano de una mujer. Uno era el poema Éxodo, incluido en el libro El grito inútil; una elección hecha de forma intencionada para reivindicar a una de las grandes mujeres olvidadas de la historia: Ángela Figuera Aymerich, poeta del desarraigo no siempre recordada con justicia.

El otro texto era de una autora que podía resultar más cercana a los jóvenes, en el tiempo y en el tema elegido: Cómo es la empresa digital ideal, un artículo de Isabel Valdés, periodista de El País que escribe en el suplemento Tentaciones y coordina el blog Mujeres.

Una vez pasado el trámite del primer examen; de haber llegado al campus y encontrado el aula; y de haber constatado que la prueba "no era tan difícil", la mayoría de chavales soltaron el lastre de los nervios. Así lo contaba Guillem Caules, alumno del IES Arxiduc, quien admitía haber hecho el trayecto hasta el campus en metro "muy nervioso" pero que se había sorprendido al comprobar que el examen de Castellano era "mucho más fácil de lo esperado".

En línea similar se expresaba Cristina Astorga, del centro de Son Verí Nou, quien aspira a sacar una buena nota de las PBAU para poder entrar en Enfermería.

Por eso, ella hará como la mayoría de matriculados, los exámenes voluntarios: cabe recordar que además de los cinco obligatorios, los estudiantes tienen la opción de hacer tres exámenes voluntarios para subir nota (les cuentan las dos mejores calificaciones obtenidas en esta parte).

La gran novedad de las pruebas de acceso de este año llegará el mes que viene ya que por primera vez la convocatoria extraordinaria se celebrará en julio y no en septiembre. Aunque todos los estudiantes confían en no tener que experimentarlo en sus carnes, la mayoría cree que es una buena idea: "Tienes el temario fresco y no tienes que pasarte todo el verano estudiando", razonaba Sara Sánchez, del San José Obrero.

La vicerrectora de Estudiantes de la Universitat, Rosabel Rodríguez, defendió el adelanto de fechas como algo inevitable ya que, razonó, el curso universitario comienza cada vez más pronto y que los alumnos aún tuviesen que hacer las pruebas cuando las clases ya habían comenzado complicaba la gestión y dificultaba a los estudiantes conseguir entrar en los estudios más demandados. Apuntó además que en las comunidades donde ya se han adelantado las convocatorias los resultados han mejorado y por eso espera una "notable" progresión.

No todo los estudiantes ven tan claras las ventajas de hacer la recuperación de Selectividad apenas un mes después de la convocatoria ordinaria: "Es poco tiempo para volvértelo a preparar", decía Marta Hurtado. En cambio su compañera del Medina Mayurqa, Helena Giménez, veía que con los exámenes en julio "te lo puedes tomar más en serio que con el verano por en medio y además lo tienes más reciente".

Este año es el segundo en que los alumnos tienen la opción de solicitar los exámenes con los enunciados en castellano en vez de en catalán. Ciudadanos reivindicó ayer este hecho como un triunfo de su presión, pero lamentó que los estudiantes deban levantar la mano "y significarse", algo "retorcido y sectario" en opinión del partido.

Hoy y mañana acaban los exámenes y la UIB espera poder dar las notas el día 14 a través de su plataforma digital. Ése día los que hoy se examinan sabrán si tienen que volver a pasar el trance en julio.